Las amistades del «Prestige»

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña VILAGARCÍA

AROUSA

Reportaje | Asociaciones de mujeres voluntarias se encuentran en Vilagarcía Un programa de radio las puso en contacto en aquel invierno maldito; superada la pesadilla, un grupo de cordobesas se acerca a la ría para ver sus aguas limpias

17 jun 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Fueron muchos los colectivos que en aquel invierno del 2002 se movilizaron para colaborar en las tareas de limpieza del Prestige . «Nosotros no hicimos nada más que lo que hizo otra mucha gente», aclaraba ayer Pilar García, de Guillán, un poco para dejar claro que la entrañable historia que iba a contar sólo era una más de las que entonces se repitieron en las costas gallegas. Las asociaciones de mujeres de Vilagarcía fueron llamadas para colaborar en las labores de recogida de alimentos. Una noche, Pilar García escuchaba la radio, en un programa especial sobre la marea negra. Y llamó para contar su experiencia y dejar un número de teléfono. «Y ya no dejó de sonar hasta las cinco de la mañana, cuando lo desconecté». Esa madrugada y en los días siguientes colectivos de toda España se ponían a su servicio para lo que hiciese falta. «Teníamos que turnarnos para atender el teléfono». «Galicia nos necesita» Entre todas las gentes que prestaron su ayuda, no sólo desde todos los puntos de España sino también de otros países europeos, estaba una federación de asociaciones de mujeres de la comarca del Guadiato, en Córdoba, que no tardaron en organizarse para mandar alimentos a través de una campaña que llamaron Galicia nos necesita. «En Nochebuena llegaron tres furgonetas, y en los días siguientes juntamos hasta cinco mil kilos de alimentos». De aquella relación nació una amistad con Mari Carmen, la presidenta del Consejo Comarcal de Mujeres del Guadiato. «Ya somos como novios por internet», decía ayer Pilar. Superada la marea negra, y en colaboración con la concejalía de la Mujer de Vilagarcía, se acordó organizar un encuentro con un triple objetivo: conocerse, pasar un día juntas y enseñar a la delegación cordobesa los mares por los que entonces tanto trabajaron y las gentes a las que ayudaron. Y el día está próximo. Esta tarde llegan unas cuarenta personas procedentes de Guadiato, la mayoría mujeres pero también autoridades. Mañana viajarán a O Grove, comerán con sus amigas y por la tarde participarán en una mesa redonda en la que recordarán aquellos días tan intensos. Será a las ocho de la tarde en el auditorio, en un acto organizado por el Consello Local da Muller y al que están invitadas todas las asociaciones del municipio. Además de las charlas habrá una exposición de fotografías del Prestige realizadas por el fotógrafo José Luiz Oubiña y se proyectará un audiovisual. Finalizado el acto, las mujeres de Vilagarcía invitarán a una cena a sus colegas andaluzas. Estudiantes levantinos La tragedia del Prestige dejó al otro lado de la balanza nuevas y entrañables amistades. Las mujeres de las asociaciones vilagarcianas de Carril, Cea, Cornazo, Guillán y Trabanca Badiña no sólo estrecharon lazos en Córdoba. Lo hicieron también con universitarios levantinos que llegaron como voluntarios y para los que ellas preparaban la comida en el comedor escolar de A Lomba. Cuando la Xunta empezó a coordinar la marea blanca, una segunda tanda de chavales alicantinos puso como condición pernoctar en Vilagarcía para que les atendiesen las mujeres. Luego se cartearon. «Nos llamaban las mamás gallegas». Y desde Elche les mandaron cestas de dátiles y les regalaron un naranjo.