La actuación del grupo argentino provocó un nuevo lleno en el parque, tras los conciertos de Malú y Carlos Baute El estilo de los Chicanos del Sur se mezcló con el humor ácido de El Pulpo en otra noche de fiesta vilagarciana
14 ago 2002 . Actualizado a las 07:00 h.A De nuevo lleno en A Xunqueira. El parque vilagarciano va camino de convertirse en algo más que en un lugar de encuentro entre jóvenes deportistas, jubilados en busca de un rayo de sol y madres que pasean con sus retoños. La noche del martes, por tercera vez, el parque se llenó de gente de todas las edades. Había jóvenes y mayores, vecinos y visitantes; de todo, como en botica. Los culpables en esta ocasión fueron los Chicanos del Sur y su cuarteto. Los embajadores de este contagioso ritmo estuvieron acompañados de un curioso telonero que provocó la hilaridad de los presentes y más de un cabreo entre los vecinos de la zona de A Xunqueira. Pasaban cuarenta y cinco minutos de las once cuando El Pulpo hacía acto de presencia. El estrafalario colaborador de Cadena 100 estaba decidido a trasladar de las ondas hertzianas a A Xunqueira su irreverente espectáculo. Gimnasia en el parque Y así fue. Allí sonaron las particulares versiones de personajes que lo han hecho famoso. Ni Heidi ni Marco ni Benji se libraron de los venenosos tentáculos del showman. Ni, por supuesto, los vecinos del parque contra los que El Pulpo arremetió una y otra vez. Ellos fueron unos de los involuntarios protagonistas de la noche. Entre el particular repertorio humorístico de El Pulpo está la gimnasia. El showman arengó a los presentes a que mantuvieran la forma física. Y dicho y hecho, A Xunqueira se conviertió en una marabunta de brazos haciendo estiramientos. Tras este calentamiento cefalópodo y cuando el reloj rozaba la una de la mañana, los Chicanos del Sur se plantaban en el escenario con ganas de darlo todo. Eso fue algo que se notó desde un principio. Mucha caña y mucho ritmo: no sólo las primeras filas vibraron con la sabrosa interpretación del cuarteto que hacen los argentinos sino también la retaguardia del parque se sumó a tan contagioso ritmo. Hubo saludos a los presentes y muchos recuerdos a su querida Argentina, «que tan mal lo está pasando». Por cierto, el carné de identidad de estos chicos habla algo de gallego porque como ellos mismos aclararon sus abuelos partieron de estas tierras hace ya mucho tiempo rumbo a las Américas. El primer tema que sonó en A Xunqueira fue «Cómo olvidarte», al que siguió el más reciente «Movidito, movidito». Hacia la mitad del concierto, la conocida e imprescindible «Beso a Beso» reavivó el movimiento entre el público. Invitadas en el escenario Para esta canción solicitaron la presencia en el escenario de las jovencitas de las primeras filas. Fueron cinco las voluntarias que se enrolaron en la tropa del cuarteto. Entre ellas había dos pequeñajas que levantaban poco más de un metro del suelo y que sólo habrán soplado las velas de una tarta de cumpleaños en cinco ocasiones mal contadas. Pero la edad no es incompatible con el buen hacer: así lo demostró Silvia, el gran descubrimiento de la noche. La pequeña encandiló al publico con su dominio del canto y del baile. Otra ración de pulpo Los Chicanos tuvieron que ofrecer bises ya que el público manda. Y de nuevo sonó la obligada «Beso a beso». Silvia, entre los argentinos, acompañó la despedida de los argentinos. A las dos y media El Pulpo entraba de nuevo en acción. La tortura de los vecinos del parque se iba a prolongar hasta cerca de las cuatro de la mañana.