Los alcaldes de O Salnés llegaron ayer a la mísera Argentina del «corralito»

La Voz

AROUSA

A.L.

La delegación intentará ayudar a los emigrantes sin generar desmesuradas expectativas sobre el maná gallego «El avión estaba lleno de `galegos`», comentaban dos argentinas al desembarcar en el aeropuerto de Ezeiza. Eran poco más de las seis de la mañana de ayer en Buenos Aires y los 70 componentes de la expedición de la comarca de O Salnés acababan de tomar tierra. Encabezada por seis alcaldes, la delegación arousana llegó a la Argentina más empobrecida que se recuerda con la voluntad de ayudar a los emigrantes sin generar falsas expectativas sobre un inexistente paraíso gallego. Todo, a un año de las elecciones municipales.

29 abr 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

ANXO LUGILDE BUENOS AIRES En un medio vacío avión de Aerolíneas Argentinas, los gallegos llamaban la atención, sobre todo por su idioma, usado mayoritariamente por los vecinos que aprovechan el viaje institucional para ver a sus familiares. Para muchos es la primera vez que acuden al país del que siempe oyeron hablar maravillas y cuyo hundimiento llevan meses comprobando atónitos por la televisión. Cuando hace un año la comarca de O Salnés organizó el anterior viaje a Buenos Aires la situación era muy distinta a la de hoy. Los alcaldes tenían que pagar, por ejemplo, casi 400 pesetas (2,40 euros) al cambio para tomarse un café. Hoy con 120 basta incluso en los locales más lujosos y emblemáticos, como el Tortoni de la Avenida de Mayo. El ejemplar de Clarín, el mayor diario argentino, costaba al cambio 190 pesetas (1,14 euros). Ayer lo compraron por 60. Seis regidores arousanos La Argentina del corralito recibió al vicepresidente de la Diputación, Rafael Louzán, y a los alcaldes de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán; O Grove, Miguel Ángel Pérez; Cambados, el senador Cores Tourís; Meaño, Jorge Domínguez; A Illa, José Manuel Vázquez, y Valga, Manuel Bello. Viajaron también varios concejales de los municipios Sanxenxo, Meis y Vilagarcía. «No último trimestre xa notamos moito alá o deterioro da situación, cun gran incremento dos correos electrónicos pedindo información e sobre todo partidas de nacemento para tramita-la nacionalidade», explica el alcalde de A Illa, quien ya había viajado el año pasado. Los hay veteranos de las expediciones transoceánicas, como Rafael Louzán, quien comentaba en el avión el horror de «amigos e paisanos de Ribadumia atrapados no corralito. Coñezo a un que ten negocios como aparcamentos, gasolineiras ou hoteis que lle quedaron co equivalente a 300 millóns de pesetas. Outro acaba de vender un piso por 20 millóns que tamén o colleron. Deixaban os cartos na Arxentina e non o sacaban fora porque as taxas de interés eran moito máis altas que en España». En este contexto existe el peligro de que se generen en los emigrantes unas expectativas desmesuradas, propias de un país tendente a la exageración, sobre la posible ayuda procedente de Galicia. «Nós vimos a axudar todo o que poidamos e a explicarlles que en Galicia, aínda estando as cousas moi ben, non é todo jauja», apunta Rafael Louzán. «Trátase de colaborar en tódalas súas necesidades, como as sanitarias e de tramitacións oficiais en España, e de comproba-lo funcionamento da oficina comarcal pero sen que pensen que se lles vai a arreglar todo desde alá», apunta el alcalde de A Illa, Manuel Vázquez.