Democracia Galega busca implicar a Ivil en la fundación de un partido «galleguista y constitucionalista» A juzgar por lo escuchado ayer en Vilagarcía, el proyecto electoral de Democracia Galega exigirá de una buena dosis de cirugía política. Su presidente, Enrique Marfany, expuso la idea: la fundación de un partido de corte galleguista y constitucionalista, capaz de romper la hegemonía de tres fuerzas incompatibles entre sí: PPdeG, BNG y PSdeG. La parte más dura de su discurso recayó sobre los populares gallegos. Marfany no dudó en calificar la gestión de la Xunta de «régimen de redes clientelares». El ex-senador aspira a contar con Rivera Mallo y los suyos. Y, para ello, dice tender su mano «con muchas esperanzas».
23 mar 2001 . Actualizado a las 06:00 h.SERXIO GONZÁLEZ VILAGARCÍA La sintonía reinó ayer en la primera reunión oficial entre Democracia Galega e Independientes por Vilagarcía. Prudente como siempre, Rivera Mallo emplazó cualquier paso hacia las próximas elecciones autonómicas a lo que decidan sus militantes. Pero, en lo básico, tanto él como Marfany parecen coincidir. El presidente de Ivil quiere un marco ideológico de centro-derecha y no perder su identidad. El máximo responsable de DG se lo da en bandeja. Habrá que ver como se conjugan ambas condiciones con la fundación de un partido «galleguista y constitucionalista», en el que tendrían cabida tanto los progresistas del ex-socialista Manuel Soto como la casi extinta Coalición Galega. Difícil, pero si algo dice tener claro Marfany es lo que no quiere: «Un pastiche para conseguir diputados en Santiago». El ex-senador ve en las autonómicas la posibilidad de romper con un mapa político dominado por tres fuerzas «incompatibles entre sí». De socialistas y nacionalistas dio buena cuenta con el ejemplo de los pactos de Vigo y Pontevedra. Lo mejor, con todo, llegó a la hora de analizar la gestión del PP en Galicia. Marfany no dudó en hablar de «régimen caduco», de «redes clientelares» y de «caudillaje». Frente a este panorama, alabó «las agallas de quienes han defendido una iniciativa propia en este sistema opresor». Véase Rivera, cuyos virtuales contactos con el PP están cada vez más lejos. La solución, en la asamblea de los independientes vilagarcianos.