El Obra se luce en Sar

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO SANTIAGO / LA VOZ

ANDAR MIUDIÑO

XOAN A. SOLER

Derrotó al Murcia, el rival más odiado por la afición

04 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Obra cotiza al alza. Volvió a mostrar su mejor cara y tumbó en Sar al rival más odiado por la afición gallega. Derrotó al Murcia por 91-79. Ganó con autoridad en un choque de gran intensidad y que hasta el ecuador del último cuarto no empezó a clarificarse. Ahora, los murcianos se quedan con la soga al cuello a tres victorias de los compostelanos.

El envite comenzó con una canasta del Murcia, después de estar durante casi dos minutos ambos conjuntos sin anotar, y con un recital de triples de Sàbat, que en dos minutos convirtió tres lanzamientos de larga distancia que mantuvieron con mucha vida a su equipo. Moncho Fernández insistió en el primer asalto con el mismo cinco, salvo unos minutos de Hlinason por Brodziansky.

Tres jugadores se repartieron los 23 puntos del primer cuarto. Vasileiadis, que volvió a brillar, Sàbat y Singler fueron los protagonistas. El griego fue el líder del equipo en el primer tramo. Dos triples y diez puntos le convirtieron en una pesadilla para los universitarios. Sito Alonso no encontró la fórmula para frenar el juego desde el perímetro de los locales.

El segundo acto arrancó con un nuevo director de orquesta. Sàbat cedió el mando a Pozas y Simons relevó a Singler. El Obra aceleró el paso y el Murcia se atascó. Llovet anotó la primera canasta e inmediatamente Simons firmó el sexto triple del equipo.

Entonces, apareció Hlinason, imparable en el juego interior. Su primera canasta puso la mayor renta obradoirista en la primera parte (30-20, en el minuto 13). Hlinason siguió a su ritmo, sin esconderse, imponiendo su envergadura y haciendo mucho daño en la pintura. Anotó dos canastas más e impidió la reacción de los pimentoneros.

Sin embargo, el Obra fue incapaz de mantener la misma intensidad, tal vez porque el Murcia dio un paso al frente. Apareció en escena Booker y los visitantes cambiaron su imagen. El base le dio otro aire al partido y mejoró las prestaciones de su equipo. Firmó doce puntos y puso en aprietos a la defensa local.

Un triple de Urtasun, el octavo de los visitantes, y otra canasta de Booker colocaron las tablas en el luminoso (41-41, a 42 segundos para el descanso). El Obra parecía algo tocado, pero desde los tiros libres (Pozas y Spires) los gallegos elevaron de nuevo el listón. Y con la luz roja casi encendiéndose en el tablero, Vasileiadis enseñó de nuevo su magia ante una afición totalmente volcada con el griego, que con su tercer triple mostró el camino del túnel de vestuarios (48-41).

Mucha emoción

Tras nuevas instrucciones, el Obradoiro compareció en la pista con el mismo quinteto que comenzó el partido. Sàbat anotó su cuarto triple (51-45), bien contestado por Doyle (51-48). El Murcia, con Oleson muchos minutos en blanco, endureció el juego y Llovet incrementó la renta con una canasta y tres tiros libres (58-48). Por segunda vez, el Obra se fue diez arriba (minuto 24). Luego, Oleson despertó de la siesta y metió de nuevo a los suyos en la lucha por el partido, a pesar del quinto triple de Sàbat.

El Obra llegó al tramo decisivo con una ligera ventaja (65-61). Oleson y Kloof le pusieron las pilas al Murcia (67-67), pero Simons y Navarro levantaron a la hinchada desde el perímetro (73-67), en una recta final de máxima emoción e incertidumbre.

En el momento más delicado, el cinco obradoirista pisó el acelerador a fondo, el Murcia se bloqueó y Navarro se inventó tres tiros libres, que convirtió, cuando estaba armando el triple. El Obra aumentó su diferencia a once puntos (80-69), que pronto se puso en trece, con el acierto de Singler y Llovet, y en catorce, con los tiros libres de Sàbat.