El Obradoiro aplasta al Barcelona y recupera su autoestima

Manuel García Reigosa
Manuel G. Reigosa LA VOZ / SANIAGO

ANDAR MIUDIÑO

El equipo santiagués consigue la segunda victoria de la temporada en su mejor partido

24 nov 2013 . Actualizado a las 15:11 h.

El Obradoiro se dio un chute gigante de autoestima al vapulear al Barcelona (77-60), conseguir la primera victoria de su historia sobre el conjunto azulgrana y sumar el segundo triunfo de lo que va de Liga ACB. El equipo santiagués cuajó su versión más brillante desde que comenzó la temporada y llevó el delirio a la nacesitada afición de Sar. Guiado por el espíritu, la sabiduría y el buen hacer de Junyent (el más valorado del partido tras hacer 11 puntos, 8 rebotes y recibir 3 faltas), el Obra cambió de ritmo en el segundo tiempo y cerró el aro para un Barcelona gris.

El Obradoiro se reencontró con las mejores sensaciones y regaló a su afición la primera gran alegría del curso, en el momento menos pensado, ante un rival de la alcurnia del Barcelona. Por momentos bordó el baloncesto y se llevó el aplauso sentido de su cariñosa afición. Mención especial merece el veterano Junyent, uno de esos jugadores que demuestra que si bien el baloncesto es un juego de mano, la cabeza es tanto o más importante. La grada se lo reconoció.

La contienda empezó con buenos síntomas en el período inicial. Si los gestos definen a un equipo, ahí van un par de ellos para dibujar el perfil del Obradoiro Río Natura Monbus. A falta de 1:45, Oriol Junyent adelanta a los santiagueses por vez primera con un triple: 29-28. En la jugada siguiente, Vasilis Xanthopoulos mide mal, fuerza y provoca una personal evitable. Él mismo se da cuenta. Oriol y Minnerath, sobre la pista, son los primeros en quitarle hierro al error. Y desde el banquillo el primero que salta para animar es el otro timonel, Rafa Luz.

En la última jugada de la primera parte, Oriol, el héroe silencioso del segundo cuarto, sale con el balón algo trompicado y se echa al suelo, casi sobre la bocina, para intentar recuperarlo. No hay tiempo para más y Moncho Fernández celebra la garra del pívot con unas palmadas allí donde la espalda pierde su casto nombre. Los dos equipos se fueron al tiempo intermedio con 32-32 en el marcador y la afición aplaudiendo, reconociendo el esfuerzo de su equipo.

En esos dos primeros cuartos el Obradoiro reencontró el nivel defensivo que tanto necesita. Dejó al Barça en 32 puntos, un guarismo que alcanzaron el Valencia o el Fuenlabrada en solo diez minutos esta temporada. Moncho Fernández multiplicó las rotaciones más que nunca. Y consiguió que el Barça no se sintiese cómodo.

No pintaba mal el duelo. Pero lo mejor estaba por venir. Porque tras el tiempo intermedio, el colectivo de Moncho Fernández ofreció su mejor nivel. De nuevo, catapultándose desde una defensa asfixiante que no concedía ni las gracias a los visitantes. Cuando a esa hiperactividad se le suma que el Barça fue un equipo sin ángel y que el acierto en momentos puntuales tuvo color local, como el triple marca Corbacho que ponía el 60-46 a falta de ocho minutos, cayéndose, al límite de la posesión, el desenlace solo puede ser uno. En ningún momento peligró la victoria. Y volvió el delirio a Sar.

77 - Río Natura Monbus (16+16+23+22): Vasilis Xanthopoulos (2), Pavel Pumprla (4), Ben Dewar (8), Nick Minnerath (6), Mike Muscala (10) -cinco inicial-, Mario Delas (8), Durand Scott (4), Iñaki Sanz (-), Micky García Stobart (-), Oriol Junyent (11), Alberto Corbacho (14) y Rafa Freire (10).

60 - Barcelona (19+13+13+15): Marcelinho Huertas (11), Juan Carlos Navarro (2), Kostas Papanikolaou (6), Bostjan Nachbar (12), Ante Tomic (3) -cinco inicial-, Joey Dorsey (1), Álex Abrines (6), Mario Hezonja (-), Maciej Lampe (10) y Jacob Pullen (9).

Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Lluís Guirao y Sergio Manuel. Sin eliminados.