Es verdad que el pequeño de la familia Ortega fue a Ribadeo a jugar un torneo de fútbol infantil con su equipo de A Coruña, pero lo que no es casualidad es que Marta Ortega y su marido fuesen al náutico y a la villa ribadense a verle jugar en su embarcación y pasasen todo el fin de semana. Porque Ribadeo y su ría, fantástica, tienen un atractivo especial y mucho que ver. De hecho, pasearon por el casco histórico y se movieron por toda la zona.
Ribadeo tiene un enclave natural de privilegio, al igual que toda la costa lucense, de extremo a extremo. Tampoco es casual que otro de los grandes millonarios de la lista Forbes, asturiano, decidiese invertir ahí, en un emblema de Ribadeo y de la historia de la emigración gallega: la Torre de los Moreno. Es una de las estampas de Galicia, sin duda, si hiciésemos una selección de postales. Y está en Ribadeo y este hombre y su grupo empresarial la compraron, están rehabilitándola.
Como tampoco es casualidad que volviese estos días a Ribadeo Rafael del Pino Calvo-Sotelo, presidente de Ferrovial y tercera fortuna de España. Su familia tiene importantes vínculos con Ribadeo, incluida una residencia y un aeródromo. Como la familia Calvo-Sotelo; el ex presidente del Gobierno español yace en Ribadeo y en el recuerdo de muchos ribadenses.
Sí puede ser casual la visita hace unos meses de otra gran fortuna, Juan Roig, presidente de Mercadona, o puede que no: no creo que haya decidido acercarse a Ribadeo por ver uno de sus establecimientos porque sí, por casualidad. Tal vez porque el nombre de Ribadeo atrae cada vez más, también a las grandes fortunas. Hay más nombres, el mismo presidente de la CEOE, que repite visitas últimamente con relativa frecuencia.
Todos somos afortunados en cierto modo al ver y conocer Ribadeo y todo su entorno. De verdad.