En ella, destacaron, sobre todo, Ramón Manuel Fernández Álvarez, de Daián, alma mater, promotor y presidente; Miguel Crego, de Cervo, secretario y redactor de los Estatutos; y Francisco Baño, de Xove, también presidente. Crego y Baño fueron quienes dirigieron una carta a Rafael Altamira ?historiador, pedagogo y regeneracionista vinculado a la Institución Libre de Enseñanza- el 26 de julio de 1909 comunicándole su nombramiento como socio de honor de Hijos del Partido de Vivero.
El nuevo centro emigrante contaba con 300 asociados y tenía una sede en la calle Bartolomé Mitre 3761. Entre sus servicios figuraban la concesión de préstamos, una bolsa de trabajo, una mutua de seguros, clases formativas y nocturnas y las ayudas que prestaba socios desfavorecidos. Pero, sobre todo, sobresalió por promover y construir escuelas en Cervo (1919), Burela (1924) y Xove (1929) y comprar el terreno sobre el que se levanta la de San Cibrao, financiada por el filántropo José Mª Montenegro e inaugurada en 1931.