Díaz-Canel, otro presidente de un país americano descendiente de emigrantes

MARTÍN FERNÁNDEZ

A MARIÑA

AFP

Viene de una saga vinculada a la villa de Castropol desde el siglo XVI

22 abr 2018 . Actualizado a las 22:06 h.

Miguel Mario Diaz-Canel Bermúdez viene a unirse a la ya larga nómina de descendientes de emigrantes gallegos -Bernardino Rivadavia, Raúl Alfonsín, De la Rúa, Cristina Fernández, Tabaré Vázquez…- que llegaron a la Presidencia de distintos países de América.

Su bisabuelo, Ramón Díaz Canel, emigró desde Castropol (Asturias) a Cuba a mediados del siglo XIX para triunfar en los negocios con una conocida fábrica y tienda de muebles llamada La Perla, que tenía sedes en las calles Roma y Galiano.

El recién elegido Presidente de Cuba por la Asamblea Nacional nació en Placetas, provincia de Villa Clara, hace 57 años. Es hijo de Aida Bermúdez, maestra, y de Miguel Díaz-Canel, operario de una planta mecánica de Santa Clara. Se hizo ingeniero electrónico y se casó dos veces. Con su primera esposa, Marta, tuvo dos hijos y en la actualidad su mujer es Liz Cuesta, profesora universitaria de cultura cubana que también trabaja en la agencia turística Paradiso.

Los Díaz-Canel forman una larga saga vinculada a Castropol ya desde el siglo XVI. Algunos de ellos fueron directivos de la Casa de Castropol en La Habana. Uno, Nemesio Díaz-Canel, fue reportero deportivo de gran éxito en Nueva York en el siglo pasado, otro desempeñó el cargo de alcalde de la villa asturiana en 1944 y otros fueron reputados médicos en Valencia y como forense, en Castropol, Ramón Díaz Canel y Diaz Canel.

El nuevo Presidente de Cuba llega al cargo tras 60 años de dictadura de los hermanos Castro que gobernaron el país, con la complicidad de los militares, como una finca privada y una satrapía. Elegido por la Asamblea Nacional del Poder Popular -un parlamento unicameral- con el 99,83% de los votos, se presenta como continuador en la renovación del legado castrista.

En su primer discurso destacó que «el mandato dado por el pueblo a esta legislatura es dar continuidad a la revolución cubana en un momento histórico crucial que estará marcado por todo lo que debemos avanzar en la actualización del modelo económico».

Sin embargo, son muchos los retos que tiene por delante: una sociedad adocenada, funcionarial, sin iniciativa; unos jóvenes sin fe cuya gran aspiración es marcharse, salir de la isla; el embargo económico; unos militares que controlan el país y los negocios; y, entre otros problemas, unos exiliados que, sólo en Estados Unidos, son 1,7 millones de personas…

A pesar de todo, Díaz-Canel -un hombre sólido, discreto, que prefiere escuchar a hablar- suscita ciertas esperanzas de cambio hacia la democracia y la libertad.

martinfvizoso@gmail.com

El padre de Carlos Rafael Rodríguez, autor de la Reforma Agraria, era de Couxela

Si Ribadeo estuvo representado en el régimen de Batista por Marta Fernández Miranda, en el castrismo lo fue por Carlos Rafael Rodríguez, un hijo de Pedro Rodríguez Villameitide, emigrante de Couxela que se casó en Cienfuegos con la cubana Antonia Rodríguez.

Carlos Rafael nació en 1913 y desde muy joven mantuvo una intensa actividad política. Fue encarcelado por Machado, estuvo en la clandestinidad, se convirtió en un referente del Partido Comunista -fue el responsable de que Fidel Castro abrazase el marxismo- y se incorporó a la guerrilla en 1958. Desde entonces se erigió en el más activo colaborador de Fidel y en el hombre de confianza al que encargó el desarrollo de la Reforma Agraria.

Carlos Rafael unía a su condición de político la de un respetado y solvente intelectual, uno de los más destacados de Cuba en el siglo XX.

Poco después de triunfar la revolución castrista, Carlos Rafael, que ya era ministro y vicepresidente del gobierno, visitó de forma privada la tierra de su padre.

Se casó tres veces. Tuvo dos hijas de su segundo matrimonio, Cecilia y Annabelle Rodríguez García (asesora del Ministerio Español de Asuntos Exteriores desde los tiempos de Felipe González) y, posteriormente, adoptó al hijo, ya mayor, de su tercera esposa, llamado Enrique.

La contra cubana en el exilio propagó que el actual Ministro de Exteriores y canciller de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, era hijo de Carlos Rafael. Pero no es cierto. La coincidencia del apellido y el hecho de que el actual canciller sea hijo de un alto cargo del régimen posibilitaron la credibilidad y la difusión del infundio.

La todopoderosa esposa de Batista, hija adoptiva de Ribadeo

De los descendientes de Ribadeo en Cuba, nadie tuvo tanto poder como Marta Fernández Miranda, la segunda esposa de Fulgencio Batista que fue nombrada Hija

Adoptiva de Ribadeo el 30 de octubre de 1957.

Batista la conoció cuando él tenía 45 años y ella 22. La atropelló con su coche un dia de 1943 y de sus reiteradas visitas al hospital surgió el amor. Marta era hija de los emigrantes Ramiro Fernández Ledo, de San Fiz de Asma (Chantada) y de Emelina Miranda Cascais, de Ribadeo.

El dictador se separó de su primera esposa, Elisa Godínez, se casó con ella y entre los dos amasaron una fortuna a través de más de un ciento de empresas. Marta tenía a su nombre el Banco Hispano Cubano, con depósitos de 8 millones de dólares, y la central azucarera Industrias Andorra, en Pinar del Río, en la que trabajaban 3.000 obreros.

Pero además, con testaferros de Batista como José López Vilaboy, Pérez Benitoa o Morales del Castillo, participaba en empresas, propiedad de Batista, de aviación (Cubana de Aviación, Aerovías), hoteles (Antillean, Motel El Oasis, Isla del Tesoro), prensa (el periódico Alerta, Radio Reporter, Cadena Oriental de Radio), constructoras (Fomento del Túnel de La Habana, Urbanizadora Varadero), inmobililarias (Inmuebles SA, Inversiones Balaspis), transportes (Interamericana del Transporte), navieras (Naviera del Atlántico), papeleras (Técnica Cubana), gas (Servicios metropolitanos de gas), urbanizaciones turísticas (Playa del Golfo), etc.

Las prerrogativas políticas que el dictador le concedió hicieron que colocara a sus hermanos y familiares en puestos de gran relevancia política, económica y social.

Era una mujer populista, al estilo Eva Perón, que dirigió la Organización Nacional de Dispensarios Infantiles y promovió la Galería Nacional de Arte y una escultura de Jesús de Nazareth en la colina de La Cabaña como el Corcovado de Rio de Janeiro.

Había había nacido en 1923. Y aunque murió en 2006 en Palm Beach (Florida) todo acabó para ella la Nochevieja de 1958 cuando las columnas de Camilo Cienfuegos y El Che entraron en La Habana. Huyó con Batista en tres aviones con 50 familiares, ministros y amigos hacia el exilio. Llevaban encima una fortuna de 300 millones de dólares y obras de arte valoradas en 700…