Suspenden la retirada de la carga que perdió un mercante en la ría de Viveiro

s. serantes VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

S.O.

El estado del mar y las pocas horas de luz aconsejan aplazarla hasta la primavera

04 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A 40-45 metros de profundidad, con contadas horas de luz solar y con viento y mar de fondo muchos días, a los buzos les resulta «imposible traballar» cortando con lanzas térmicas estructuras metálicas de cuarenta metros de largo y más de diez de alto. De las siete que perdió un mercante en la bocana de la ría de Viveiro el 30 de junio, quedan restos de tres en el fondo, de donde se han recuperado las veintiuna palas de aerogeneradores que iban estibadas en esas jaulas de tres en tres. Como a medida que se aproxima el invierno los días se acortan, y después de varios en las últimas semanas sin poder sumergirse, la empresa contratada por las aseguradoras del BBC Ontario y la Capitanía Marítima de Burela han decidido suspender la retirada de la mercancía que cayó del buque.

La limpieza del fondo marino está previsto retomarla la próxima primavera, a la altura del mes de mayo, explica Fernando Otero, titular de la Capitanía Marítima de Burela. El estado del mar ha complicado aún más la ya de por sí difícil recuperación de las estructuras metálicas, contratada a la empresa especializada Ardentia Marine. Tampoco esta vez ha sido posible cumplir las últimas previsiones, que apuntaban a que a finales de octubre concluiría la retirada de las jaulas y de las palas de aerogeneradores.

Según el capitán marítimo provincial, la bocana de la ría de Viveiro sí ha quedado libre de todas las aspas eólicas, parte de ellas localizadas flotando entre aguas, lo que generó preocupación entre profesionales de la pesca de Celeiro y entre navegantes recreativos. Con el equipo de buzos de Ardentia Marine y el buque especializado Latero Primero, las sacaron del mar y las remolcaron al puerto celeirense, donde las despedazaba una excavadora con garfio. En contenedores, camiones las transportaban a Arteixo (A Coruña), donde un gestor especializado en esos residuos de fibra las trituraba y las enviaba a un vertedero específico.

De recoger la carga que se desprendió del BBC Ontario se ocupó inicialmente Salvamento Marítimo, con remolcadores, lanchas y buzos que trabajaron varios días a lo largo del mes de julio. A principios de octubre, después de negociar, se hicieron cargo aseguradoras vinculadas con el incidente marítimo.

Reabren el fondeadero y señalizan las tres jaulas metálicas que continúan en el fondo

Por el riesgo de que las jaulas metálicas enganchasen anclas, en los últimos cinco meses ha estado cerrado el fondeadero de mercantes donde le cayeron al BBC Ontario. El buque, con bandera de Antigua y Barbuda, transportaba en ellas palas de aerogeneradores desde Bilbao a Alejandría (Egipto).

Aunque Capitanía Marítima de Burela mantiene los avisos a los navegantes, advirtiendo de que tres continúan en el mar, Fernando Otero asegura que la mitad del espacio de fondeo de San Román ya puede ser utilizada por los buques. Concreta que es la parte oeste, «onde os barcos arrían as anclas».

«Certas restriccións»

Por precaución, Capitanía Marítima de Burela adopta «certas restriccións» y, a mayores, ha marcado con geoposicionadores la ubicación de los restos de las tres estructuras metálicas. Todas están en la mitad este del fondeadero de San Román. Con las boyas de señalización virtual, los buques detectan su localización exacta con el sistema AIS (siglas, en inglés, de Sistema Automático de Identificación).

El capitán marítimo provincial añade que también han liberado el espacio de atraque del muelle norte de Celeiro donde estuvieron amarradas palas de aerogeneradores recogidas del mar. Además ha sido desmontada la zona vallada en la explanada donde la empresa Arias Casabella despedazaba las jaulas metálicas y las aspas eólicas.

«Non supoñen perigo para a seguridade, nin da navegación nin da pesca», dice Otero

Al menos hasta la próxima primavera, restos de tres estructuras metálicas donde iban estibadas las palas eólicas continuarán en la mitad de las alrededor de cuatro millas cuadradas por las que se extiende el fondeadero de mercantes de San Román. «Non supoñen perigo para a seguridade, nin da navegación nin da pesca», sostiene el capitán marítimo provincial Fernando Otero.

Si se cumplen las previsiones actuales, la mitad de la bocana oeste de la ría de Viveiro quedaría libre de esos restos un año después de que se desprendiesen del BBC Ontario. Ese mercante transportaba estibadas en su cubierta veinte jaulas con tres aspas eólica cada una. El 30 de junio, cuando navegaba frente a la ría de Viveiro, se le cayeron siete jaulas y veintidós palas de la zona de proa. De cuarenta metros de longitud, la forma de las aspas y el peso de las jaulas complicaron su recuperación.