Un triunfo moral del Ribadeo y otro real del Viveiro en Preferente

Ignacio Meitín Buján
I. MEITÍN BUJÁN VIVEIRO / LA VOZ

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Al técnico ribadense le supo a victoria el empate ante el Polvorín y al viveirista confía en que la goleada a la Residencia sea un punto de inflexión

10 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Viveiro y el Ribadeo vuelven hoy al trabajo de buen humor por sus últimas actuaciones. Los celestes afrontan la semana reforzados y con mejores sensaciones después de la goleada (4-1) sobre la Residencia en un partido que se les torció en la recta final del primer tiempo, mientras que los ribadenses solo pudieron empatar ante el Polvorín, pero lo hicieron a la heroica, jugando en inferioridad numérica desde el minuto 14.

Después de cinco partidos en los que solo había podido sumar dos puntos, el Viveiro obsequió a su público con un triunfo inapelable del que su entrenador extrajo un sinfín de conclusiones. Entre ellas, que el equipo sigue una línea ascendente y que todavía quedan muchas cosas por mejorar. «Tenemos que ser capaces de hacer un juego más fluido, con más velocidad y más continuidad», advirtió Germán Amil, quien reconoció que el rendimiento en los 20 primeros minutos le levantó sospechas y también la importancia de marcar poco antes del descanso y justo después.

Además de la victoria y sus consecuencias anímicas -«nos debería ayudar a crecer como equipo», dice-, el entrenador del conjunto viveirense destaca la entereza de su equipo después de que la Residencia tomara ventaja con un penalti que no admitió discusión. «Es de destacar la reacción del equipo tras el 0-1. En la situación en la que llegábamos y ante un rival tan consistente no era fácil hacerlo. Sin embargo, fuimos capaces de levantar el partido con cierta serenidad y concedimos muy poco cuando nos quedamos con diez. Los cambios también nos dieron mucho», sentenció Amil.

En el Pepe Barrera, un gol de Pablo Rivas a diez minutos del final permitió al Ribadeo sumar un punto frente al Polvorín, en un partido que se le puso muy favorable a los lucenses muy pronto cuando Juanma cometió penalti y fue expulsado. Por ese motivo cree Fiz Rodríguez que el punto debe entenderse como «unha victoria moral». «Ten moito mérito plantarlle cara a un equipazo como o Polvorín, que é un candidato claro ao ascenso a Terceira, xogando en inferioridad numérica máis de 75 minutos», razona.

«É certo que eles tiveron boas ocasións para gañar, pero tamén nós puidemos marcar o segundo e en moitas fases do segundo tempo fomos a por eles e xogamos no seu campo», añadió Fiz, quien recuerda que hasta el penalti «o partido estaba sendo tremendamente igualado».