En el fondo es solo eso. Una cuestión de rentabilidad. Y por lo que se ve, las líneas de autobuses en A Mariña no lo son. No es un problema que afecte exclusivamente a esta zona. Al contrario, es algo extendido en buena parte de las provincias de Lugo y Ourense. No ocurre lo mismo en Pontevedra y A Coruña, donde la realidad respecto al transporte público es diferente, porque hay zonas mucho más pobladas, ciudades más próximas, no hay alta montaña... en definitiva, muchos factores que juegan a su favor.
Todo esto se compensaba con el transporte escolar, por el derecho no escrito que se adquiría para compensar a los concesionarios de las líneas regulares asignándoles el transporte de los colegios e institutos de determinadas zonas. El acuerdo que firmó la Xunta en el año 2010, con una década de vigencia mediante prórrogas anuales, permitía garantizar el mantenimiento de líneas regulares que eran deficitarias. Pero una serie de recursos y fallos judiciales llevó a la Xunta a separar los dos servicios. Una a ello las exigencias que se imponen a las empresas, que deben acometer inversiones para disponer de vehículos adaptados, con sistemas de seguimiento GPS... y unos ingresos que en algunas líneas son realmente irrisorios, para sacar sus conclusiones. Así las cosas, ¿está garantizado el servicio público del transporte en A Mariña? ¿Hay que subvencionar o compensar a las empresas? Esa es el debate que se abre. Pero el futuro no parece claro.