La niña es hija de quien era compañera sentimental del acusado
03 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.En la Audiencia Provincial de Lugo se celebra hoy el juicio contra un vecino de Burela, al menos fue el lugar de residencia que le atribuyeron en el momento en que fue detenido en septiembre de 2014, al que acusan de un delito continuado de abuso sexual a una menor de trece años de edad.
La Fiscalía pedía contra el acusado seis años de prisión, prohibición de acercarse a la menor a menos de 200 metros de su domicilio y lugares frecuentados por la niña, así como de comunicarse con ella por cualquier medio (teléfono, medios informáticos, etcétera) por el tiempo de diez años. Además, en concepto de responsabilidad civil Fiscalía pide que pague una indemnización de nueve mil euros a la menor, por los «detrimentos psíquicos y daños morales». Plantea también Fiscalía, que el juicio se celebre a puerta cerrada y que la declaración de la joven se lleve a cabo evitando la confrontación visual con el inculpado.
Los hechos que dieron lugar a la detención del sujeto ocurrieron, según Fiscalía, entre los años 2012 y 2014 mientras el acusado convivía con su compañera sentimental y la hija de esta. Señala el escrito de acusación que «guiado por sus más bajos y denostados instintos sexuales, y siendo plenamente consciente del alcance de sus actos y prevaliéndose de su condición de padrastro y de la confianza que su hijastra le tenía, con fin lascivo atentando contra su indemnidad sexual la hizo objeto de toda suerte de tocamientos...».
Señala también el escrito de acusación que el acusado aprovechaba para realizar los actos «cada vez que acudía a la habitación de la menor», aunque esta no dijo nada hasta que la madre los denunció, según señala el escrito de acusación.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº1 de Viveiro acordó prisión provisional contra el acusado el 18/09/2014, tras su detención, y el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Viveiro acordó la libertad provisional con fecha 24 de abril de 2015, con obligación de comparecer en el juzgado y prohibiéndole acercarse a la menor a menos de 200 metros y comunicarse con ella, medidas que siguen vigentes.