A Mariña puede estar orgullosa de sus «heroínas laranxas»

A MARIÑA

benito ordoñez

10 jun 2015 . Actualizado a las 19:57 h.

Regresé de Navalcarnero dándole vueltas a la actuación del Burela-Pescados Rubén en la Copa de España y, sobre todo, rebobinando una y otra vez la película de la gran final. Y cuando apenas me había alejado del asfixiante horno madrileño ya tenía muy claras un par de conclusiones. Los mariñanos podemos estar orgullosos de este equipo, esa la primera; y la otra: el Atlético de Madrid prolongó su reinado porque en su plantilla reúne a más jugadoras de primer nivel y su guardameta estuvo fantástica. Jugando al fútbol sala el Burela es mejor. O por lo menos lo fue en la matinal del domingo.

Ya sin las prisas por dar forma a las páginas que me tocaba enviar desde el pabellón La Estación, me ratifico en las impresiones que reflejé en la crónica. La diferencia estuvo en la finalización. El Burela creó tanto o más peligro que las colchoneras pero marcó la mitad de goles. Es lo que cuenta. Por eso, cuestionar el triunfo atlético carece de sentido.

Desde aquí vaya todo mi apoyo y mis felicitaciones para Jozi, Cris, Paula, Claudia, Peque, Gaby, Maite, Bea Mateos, Lara, la pequeña Carla y, por supuesto, para la lesionada Patri, pegada a las muletas todo el fin de semana, y para Lucas y su equipo. El Burela volvió a dejar huella. Y esta vez, más que por los resultados, que tienen mucho mérito, por su capacidad de sacrificio, su entrega y sus maneras sobre el parqué. Las naranjas brillaron como equipo, con eso hay que quedarse, pero no quisiera cerrar mi opinión sin ensalzar la actuación de Peque y Gaby, a mi juicio las mejores de la Copa, y reconocer el mérito de un Cidade de As Burgas donde «nadie cobra un duro» y que vendió muy cara su eliminación.