Diecinueve años después de la segregación, el Concello tiene pendiente de abonar 600.000 euros
19 dic 2013 . Actualizado a las 07:05 h.La alargada sombra de la segregación pesa como una losa. Con 19 años cumplidos del divorcio Burela-Cervo, los burelenses todavía tienen que hacer cuentas con el pasado para fijar los presupuestos del ejercicio 2014. El equipo de gobierno prevé manejar 6,4 millones de euros, un 3,2 % más que este año. Tanto el alcalde José González Barcia como los ediles del PP reconocen que son presupuestos austeros y que las deudas heredadas constituyen la peor lacra para las arcas municipales.
Los ecos de la segregación de Burela y Cervo todavía colean. Tienen nombre y apellidos: deuda financiera, y es sin duda uno de los factores que los políticos deben tener en cuenta a la hora de valorar y analizar nuevas fusiones o segregaciones. La independencia de Burela le costó heredar una deuda financiera de unos 600 millones de las antiguas pesetas (3,6 millones de euros), el 60 % de la deuda. Cervo se quedó con el 40 %. «Foi imposible intentar renegociar ou modificar ese crédito co BCL, imposible de variar ou flexibilizar as condicións», reconoce el actual alcalde, González Barcia, quien asegura que tanto él como otro exregidor, Manuel Mon, intentaron sin éxito modificar las condiciones para que las obligaciones se pudieran cumplir de la forma más llevadera. Todavía hoy, 19 años después, el Concello de Burela tiene en cuenta su pasado con Cervo a la hora de elaborar el presupuesto. Para el 2014 prevé dedicar 250.000 euros para continuar haciendo frente a la deuda financiera: «Aínda quedan por devolver uns 600.000 euros case 19 anos despois da segregación», indica el primer edil. Además de esta obligación -manifiesta- el equipo de gobierno «está a pagar tamén a débeda herdada do bipartito, que ascende a 1.100.000 euros, en base a crédito».
El coste de las obras
De los primeros tiempos de la segregación quedan otros flecos. El alcalde burelense recuerda que en su día el Concello cervense llegó a pedir dos créditos para ejecutar obras en la Rúa do Barridal, en Burela, que finalmente tuvo que pagar Burela con fondos propios. «Tamén houbo que facerlle fronte a uns 80 millóns das antigas pesetas de sentenzas xudiciais e por obras feitas ou cofinanciadas polo Concello de Cervo que quedaron pendentes, como a Casa da Cultura burelense».
Son detalles del precio de la independencia. Queda menos por pagar, pero Burela debe reservar todavía alguna partida económica más para afrontar el pasado; el 15 de diciembre de 1994 el Consello da Xunta aprobó la segregación.