Ellos sí que son capaces

A MARIÑA

Tres jóvenes del centro ocupacional de Aspanane, en Viveiro, hablan de su trabajo, las clases de informática, los éxitos deportivos y sus inquietudes cara al futuro

09 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Tan capaces como el que más. Fernando Lamelas Otero, de 25 años; Belinda Parapar Legaspi, de 31; y María Oliva Ferro González, de 38, trabajan en el centro ocupacional de la Asociación de Pais e Nais de Nenos e Adolescentes con Necesidades Especiais (Aspanane), en Viveiro. Su discapacidad intelectual no les impide acudir cada día al taller y elaborar originales figuras de cerámica y madera, decorar camisetas o bolígrafos y crear los adornos del árbol de Navidad. Ellos y sus 27 compañeros -el más joven tiene 21 años y el mayor, 64-, repartidos entre los talleres de cerámica, serigrafía y madera, también producen y montan miles de piezas para atender los pedidos de la multinacional Alcoa y Electromecánicos Viveiro, dos empresas con las que Aspanane ha suscrito convenios.

En vísperas de las fiestas crecen los pedidos de publicidad y con ellos el ajetreo en las naves que la asociación tiene en Lavandeiras. A Oliva le brilla la cara: «Estamos acabando de preparar los adornos del árbol de Navidad, campanitas, angelitos y estrellas. Los chicos las hacen en cartón y las pintan; yo las retoco y les doy purpurina, y quedan muy chulos». Belinda sigue a lo suyo, imprimiendo y pintando logotipos en camisetas, bolis o agendas. A Fernando, en el módulo de cerámica, le toca preparar potes, cucharas o platos. «Lo más difícil es pulir, lleva su tiempo», asegura.

Cuando acaba la jornada laboral, a las cinco de la tarde, llega la furgoneta que les recoge y empieza la actividad. El viernes, Fernando y Oliva acuden al curso de informática en la Casa da Xuventude. «Yo ya llevo tres años, pero como andan cambiando de monitor... Aprendemos a manejar el ratón y cuáles son las partes del ordenador, hoy (el pasado viernes) nos va a traer unas fichas. Por ahora todavía no nos hemos metido en Internet», relata Oliva, fan de Pimpinela, David Bisbal y Bustamante. Después de las clases queda con sus amigas para tomar café, igual que el fin de semana. Y ya en casa, se pone a coser el tapiz que le regaló su madre. Hasta que se cansa.

Fernando y Belinda pertenecen al equipo B de fútbol sala de Aspanane -en el A, dicen, están los jugadores más avezados-, que entrena los martes y los jueves. Los trofeos obtenidos en los últimos años abarrotan las vitrinas y en casa guardan muchas medallas. El ejercicio físico ocupa casi todas las tardes, con piscina y gimnasia, en distintos grupos. Y una fisioterapeuta acude al centro un par de días a la semana, explica María Alba Martínez Novo, directora en funciones.

A estos tres jóvenes no les queda tiempo para aburrirse. «Si te soy sincera -confiesa Oliva-, prefiero la música a la tele». Fernando está contento por la llegada de la TDT. Los tres detestan los programas de cotilleo. «Non nos interesa nada a vida dos demais», subrayan casi a coro. Pero conocen el argumento y los personajes de las series más populares, desde CSI, Hospital Central y El Comisario a Cuéntame y Os Atlánticos. Saben de los recientes ataques terroristas de Bombay y del último atentado de ETA. «O mundo está moi mal, moi mal», opinan.

Si se habla de novios, Belinda sonríe: «Teño algún pretendiente por aí». Fernando baja la cabeza y Oliva cuenta que mantuvo una relación durante diez años, «pero las cosas no fueron bien». Cara a la Navidad admiten que ya no tienen «o afán que había de cativos», pero sí la ilusión de recibir algo de ropa o un perfume. «El ordenador ya sé que no puede ser», lamenta Oliva.