Lleno total y delirio con Macaco

Eva Montenegro redac.viveiro@lavoz.es

A MARIÑA

21 ago 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

La actuación de Macaco en la noche del pasado sábado en Viveiro fue la última del ciclo Son e Arte organizado por el Concello, Da Capo y La Fábrica de Chocolate. Fue, sin duda, un final de categoría para el programa musical por el que pasaron artistas de la talla de Nacha Pop, Fangoria, Los Bravos, Backyard Babies, Los Planetas o Cristina Pato. Macaco llenó la plaza y su actuación dejó muy buen sabor de boca entre el público, que disfrutaron hasta el final, aunque debido a la lluvia, un par de canciones quedaron fuera.

El festival de hardcore cerró su segunda edición con éxito entre el público llegado de todas partes de España. Y a pesar del mal tiempo que trasladó a los enfervorecidos de primera fila a las gradas durante la primera parte del concierto, con los californianos Ignite volvieron a bajar y la respuesta fue inmejorable. Queimada pasada por agua. En la noche del sábado hubo momentos en Cervo que aquello parecía el diluvio universal. Con la que se caía, la Queimada Popular mantuvo el tipo. Por eso las primeras palabras de Airiños do Xunco para el público fueron de agradecimiento por aguantar «estoicamente» en la plaza de O Souto. Mientras, litros y litros de aguardiente (hasta 2.500 según las previsiones) se quemaban a fuego lento en los potes.

Dirigida de nuevo por Xacobo Casal, el hilo argumental conservó la línea de los últimos años con un toque de elegancia. Las meigas se han modernizado y ahora ya no asustan como las de antes. Las del sábado vestían de rojo, iban maquilladas de forma exótica y llevaban cascabeles en los tobillos. Atrás quedan aquellas brujas con capas negras y rostros blanquecinos que ponían los pelos de punta. La historia giró en torno a la viuda de un marinero que al final es salvada de un encantamiento por el Bruxo. Contó hasta con escenas de muertos vivientes que salían de las tumbas y danzas que traían a la mente bailes africanos. Después llegó la fiesta fiesta para bailar la Cabritinha, con chaparrones de aúpa. Entre el público, no faltaron ni los recién casados ni dos peñas con faldas escocesas y camisetas.