La alúmina y el aluminio transformaron la comarca

Mar García VIVEIRO

A MARIÑA

PEPA LOSADA

Reportaje | Alcoa San Cibrao celebra su 25 aniversario A Mariña conmemora la próxima semana las bodas de plata de su principal dinamizador industrial, la factoría de Alúmina- Aluminio, hoy enclave estratégico del grupo Alcoa

01 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Una placa en el interior del complejo de Alcoa en San Cibrao recuerda la jornada del 6 de octubre de 1980: ese día la factoría aluminera más importante del país era inaugurada por los Reyes de España. La próxima semana se cumplen, por tanto, 25 años de vida de un complejo que supuso una revolución radical de una comarca eminentemente marinera y agroganadera. Con Alúmina Aluminio, como siempre se ha conocido a la fábrica situada a caballo entre los municipios de Xove y Cervo, se iniciaba el despegue económico y social de A Mariña, aunque tener el gigante industrial no ha servido para mejorar sus infraestructuras viarias, por carretera o tren, en las que un cuarto de siglo después, aún sigue siendo deficitaria. Pero la historia del complejo comienza casi una década antes. En el principio fue Arousa El anteproyecto de construcción de una fábrica de alúmina y aluminio se remonta a 1972, e inicialmente estaba pensado para ser instalado en el entorno de Vilagarcía de Arousa, en Pontevedra, aunque la pretensión contó con una fuerte oposición popular. Dos años después, en noviembre de 1974, el Consejo de Ministros de la época aprobaba la inclusión de los municipios de Xove y Cervo en lo que se denominaba entonces Gran Área de Expansión Industrial de Galicia. A Mariña no tenía entonces tejido industrial alguno, excepto el relacionado con las conserveras en el mar. En la memoria quedaba la explotación minera en algunas zonas de la comarca, como A Pontenova y Viveiro. En esos años, con los últimos coletazos de la dictadura franquista, los mariñanos seguían dependiendo de la economía de subsistencia, con una estructura familiar basada principalmente en el abastecimiento de productos de las tierras y las ganaderías familiares, con las transacciones comerciales más importantes realizadas en los mercados de las villas y con el aislamiento que supone la carencia de vías de comunicación adecuadas (más de dos horas podía llevar llegar desde Viveiro a Lugo por la antigua carretera de A Gañidoira), que no impedía, sin embargo, un incipiente desarrollo turístico. El complejo de Alúmina Aluminio nace por objetivos de mercado -atender la demanda creciente de dicho metal en el país evitando importaciones que suponían 3.000 millones de dólares en la balanza de pagos-; por necesidad de integración de todo el proceso productivo con la optimización de recursos, reduciendo la inversión total y los costes de producción al utilizar de forma conjunta las instalaciones de las dos plantas. La compra de 3.000 fincas Los promotores del complejo fueron Endasa (Empresa nacional del Aluminio), Alugasa (Aluminio de Galicia), Unión Fenosa y diversas entidades bancarias. La inversión final fue de casi 110.000 millones de pesetas, muy lejos de la cifra inicial de 17.000 millones porque había que dotar al futuro enclave industrial de las infraestructuras de que carecía la zona. El puerto, en la ensenada natural de la playa de Lago, con una zona de maniobra de 420.000 metros cuadrados para permitir el atraque de buques de hasta 60.000 toneladas cargados de bauxita; un embalse, que captaría el agua del río Covo, con 5 millones de metros cúbicos de capacidad, embalses para recoger los residuos generados en el proceso .... Para hacer el complejo, la sociedad promotora tuvo que adquirir más de 3.000 fincas a propietarios de ambos municipios. La memoria de construcción de la factoría que hoy es propiedad de la multinacional Alcoa ofrece datos curiosos en cifras. Por ejemplo, en la ejecución del proyecto se tardaron cinco años, uno más del previsto inicialmente; se volaron 10.000.000 de metros cúbicos de rocas, se rellenaron 10.000 metros cuadrados de marismas y tanto en el proyecto como en la ejecución trabajaron veinte mil personas. En enero de 1979 se inicia la producción de aluminio electrolítico, pero las instalaciones no están completas. El puerto comercial en el que atracan los barcos que traen la materia prima no se concluye hasta marzo de 1980 y es en junio de ese año cuando se consigue la plena producción de la planta de aluminio. El seis de octubre se inaugura oficialmente el complejo industrial, y dos días después sale la primera alúmina made in San Cibrao. La planta de Alúmina alcanza producción plena en julio de 1981. Pero Alúmina Aluminio no es un gigante sólo en producción industrial, también lo es en consumo energético, el principal de Galicia. Anualmente gasta 4.500 millones de kilowatios al año, cuatro veces más que el consumo conjunto de los consumidores privados que hay en la comunidad autónoma. La gente que llegó de fuera La fábrica de San Cibrao llegó a tener en sus inicios una plantilla de dos mil personas, y generó en torno a unos seiscientos puestos de trabajo indirectos. El personal especializado se desplazó principalmente desde Valladolid y Asturias así como de distintos países extranjeros. Otra parte de la plantilla se nutrió de la población mariñana, que casi de la noche a la mañana, cambió su actividad en el mar o el sector agro-ganadero por la actividad del complejo industrial, en el que han trabajado incluso dos generaciones de la misma familia. Durante su construcción se utilizó también mano de obra inmigrante, que antes ayudaron también a la construcción del puerto de Burela, que hoy constituyen la primera comunidad estable de inmigrantes de A Mariña. Con la construcción de Alúmina Aluminio creció la población y despegaron también otros sectores, como la construcción de viviendas y las primeras urbanizaciones. La propia empresa construyó instalaciones de acogidas propias en la zona, como la residencia hotelera de Verxeles, en Viveiro. Todos los municipios aportan trabajadores al complejo, aunque según las estadísticas, el 28% reside en Viveiro; el 17% en Foz; el 16% en Ribadeo; el 14% en Burela; el 9% en Cervo; el 6%, respectivamente, en Xove y Barreiros y el 4% en O Vicedo.