En directo | Medidas para prevenir riesgos Dos meses después de la riada que arrasó fincas arrastrando árboles y piedras en Vilar, comienzan los trabajos para evitar que pueda repetirse y dañar a bienes o a personas
12 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.?adie podía imaginar de dónde procedía el impresionante estruendo que se sintió en el barrio burelés de O Vilar durante la noche del pasado día 5 de diciembre. Vecinos, autoridades locales y personal de los servicios de emergencia no salían de su asombro al ver como una lengua de agua y lodo arrancaba árboles, arrastraba piedras, destrozaba caminos, variaba el curso del río Pomeda y dejaba un enorme socavón en el monte. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales y los materiales fueron relativamente pocos porque las viviendas próximas no sufrieron desperfectos. Dos meses después, comienzan los trabajos para evitar que pueda repetirse una situación que en días posteriores atrajo a la zona a decenas de curiosos. Burela hace lo que puede porque no quiere llevarse más sustos como ése. El suceso se atribuyó al reventón de una bolsa subterránea de agua, repleta en gran parte por la acumulación de aguas pluviales procedentes de la variante del pueblo. Resueltos los problemas iniciales, como un corte en el suministro de agua, las autoridades locales pusieron en marcha la maquinaria reivindicativa. Dos organismos supramunicipales han atendido sus peticiones. Por una parte, la Diputación de Lugo ha aceptado retirar el lodo que destrozó el Camiño do Franco, limpiar el monte y las fincas y encauzar de nuevo el río Pomeda, cuyo curso quedó desviado en un tramo de treinta metros de longitud. También asume el trabajo de retirar el lodo de una balsa que la empresa Ecesa tiene en la zona, explicó Cristóbal Edrosa, primer teniente de alcalde y edil de Obras. Y por otro lado, la Demarcación de Carreteras, que ya ha adjudicado a la empresa Copasa las obras de canalización de las aguas pluviales que bajan de la carretera que circunvala la localidad. Cuando construyó ese vial, las encauzó sin tener en cuenta las caídas naturales, factor considerado por vecinos y autoridades municipales como una de las causas determinantes de la espectacular riada de agua y lodo. Después de varias visitas de técnicos de Carreteras, el proyecto ya está diseñado y se hará realidad en los próximos días, apuntó Cristóbal Edrosa. Las aguas pluviales que proceden de la variante serán encauzadas hacia el riachuelo Pomeda, aprovechando también una canalización construida a la altura de la fuente Lamela. Además, también tomarán medidas para evitar que lluvia que baja del monte Vilar pueda provocar de nuevo situaciones tan potencialmente peligrosas como las del pasado diciembre. Al tiempo que anunciaba esas obras, el concejal popular Cristóbal Edrosa ha aprovechado para pedir disculpas al vecindario por los trastornos que puedan causar actuaciones como las que están en marcha en la calle O Río o en la Rúa da Igrexa.