ETA no deja ver la televisión en el norte

Carlos Fernández A CORUÑA

A MARIÑA

XOÁN CARLOS GIL

06 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Fiel a la táctica de atentar contra todo lo que sea posible, ETA voló, a primeros de febrero de 1978, el repetidor de televisión de Villajimena, en Palencia, que quedó arrasado. En su nota hecha pública, la organización terrorista aducía, como justificación, «el tratamiento dado a través de RTVE a los temás de Euskadi, que continúa igual que en la época franquista, o sea, negando la realidad social, cultural y política del País Vasco».Sin embargo, a los simpatizantes y adheridos que ETA tenía en el País Vasco y fuera de él no les gustó mucho este atentado, pues se quedaron seis días sin la «tele» y no pudieron ver, entre otros, el partido de fútbol del fin de semana.El atentado contra el repetidor de RTVE fue casi simultáneo con otro, también con explosivos, realizado contra las oficinas de Iberduero en Zumárraga y Tolosa. A ello había que unir la campaña contra la central nuclear de Lemóniz, quizás la mayor «bestia negra» de ETA, que terminaría con asesinatos de sus técnicos y responsables.Curiosamente, tres días antes de que se produjeran estos atentados, el FRAP comunicaba en Bilbao el cese de la lucha armada.