Catorce mil reses sin sanear en A Mariña

La Voz

A MARIÑA

XAIME F. RAMALLAL

El Sindicato Labrego Galego advierte del riesgo para la salud al no estar controlada toda la cabaña ganadera El conflicto laboral entre la Xunta de Galicia y el colectivo de veterinarios se ha evidenciado con la inconclusa Campaña de Saneamiento Gandeiro Oficial. El Sindicato Labrego Galego (SLG) advirtió ayer que unas cuatrocientas mil reses bobinas de Galicia y en concreto unas catorce mil de A Mariña han quedado sin sanear el pasado año. Esta situación genera -a juicio del SLG- «importantes problemas para as explotacións», de varios tipos, como son los «posibles riscos para a saude humana derivados do contacto prolongado con animais potencialmente afectados por enfermidades infecto-contaxiosas».

18 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

JOSÉ ALONSO RIBADEO El SLG opina que esta situación afecta a los ganaderos al verse imposibilitados para vender algún animal para vida -no para sacrificio- si la explotación de destino no fue saneada y que les supone problemas de carácter administrativo «á hora de xestionar as axudas da Política Agraria Común». Las críticas del Sindicato Labrego Galego se centran en la actuación de la Xunta de Galicia, a quien responsabiliza de esta situación: «A deixación da que fai gala a Administración neste tema deixa ver unha clara intención de proceder á privatización deste servizo, tentando desentender-se dun tema de crucial importáncia para o sector como é a sanidade da cabana gandeira». Para el SLG, la privatización del servicio supondría una precarización del mismo, «o que iría en menoscabo das garantias do mesmo e da confianza que necesariamente ten que inspirar entre os gandeiros e consumidores». El sindicato opina que el Gobierno está demostrando su intención de recortar los gastos públicos en el sector, «tentando facer recaer nos gandeiros os costes derivados da Encefalopatía Esponxiforme Bobina -el mal de las vacas locas-, custes que poden superar as 50.000 pesetas (300,51 euros) no caso dun animal adulto que morra na explotación».