El menú cuesta seis libras, unos siete euros
19 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.En Londres quedan algunos locales de toda la vida para comer un auténtico desayuno inglés. Como el Regency Café, que abrió sus puertas en 1946, cerca de Westminster, y ahí sigue como si el tiempo no hubiera pasado. El menú es simple, pero no puede ser más auténtico. No falta el desayuno inglés, con la dosis de huevo, tocino, salchicha, judías y tomates, tostada, té y café. Todo ello por el seis libras, apenas siete euros. Una ganga.
Entre los clientes, vecinos de toda la vida, pero también turistas que se pierden en las calles que rodean al Parlamento de Westminster, el Palacio de Buckingham y la estación de Victoria. Según el momento del día, la cola puede ser de más de media hora. El ritual es siempre el mismo, ir al mostrador a pedir y luego sentarse en una de las mesas con las sillas de plástico, fijadas a la mesa y que no da opción de cambiar la distribución del lugar.
«Le damos a la gente lo que quiere. Servimos comida simple, buena y casera. Ofrecemos una buena relación calidad-precio», explica Claudia Perotti, dueña del Regency Cafe, que se sitúa en lo más alto de los ránkings de popularidad, compitiendo con establecimientos de otros chefs de renombre como Ottolenghi.
El café mantiene el revestimiento original y el estilo art déco. De las paredes cuelgan fotos de los jugadores del Tottenham Hotspur, mezclados con un menú por el que no parece pasar el tiempo. Su encanto lo convierte en el favorito directores y actores de series como John Deed, Rescue Me y London Spy.
