The Waterboys retornan con su chaqueta gallega

paula santiago / j. b.

AL SOL

Estarán en Cambados y vestirán la misma prenda comprada en A Coruña en el 2001

04 ago 2017 . Actualizado a las 12:36 h.

El viento era delicioso, dulce y salvaje en aquel agosto del 2001 en A Coruña. Como el sueño de una noche de tormenta. The Waterboys actuaban en Riazor como estrellas del Noroeste Pop Rock. El recuerdo de estar «tocando con el gran flautista Carlos Núñez», que se unió a los británicos en tres canciones, se quedó grabado. Hubo una estrella en la noche, más allá de lo musical: la «maravillosa» chaqueta que el violinista del grupo, Steve Wickham, compró en la ciudad aquel mismo día. Una prenda que ha usado desde entonces, en un centenar de escenarios alrededor del mundo. Lo destaca Mike Scott, líder de la banda.

Dieciséis años después la chaqueta regresa a Galicia, concretamente a Cambados, en la 65ª edición de la Festa do Albariño (mañana, plaza de Fefiñáns, 23.00 horas, entrada libre). Una prenda fetiche para una fiesta casi tan legendaria como estos chicos del agua, que lanzaban hace tres décadas su álbum Fisherman’s Blues, el más vendido por The Waterboys, y en el que su cantante Mike imprime especialmente sus raíces. «Creciendo en Escocia aprendí a ser duro pero sensible, a tocar mi guitarra no solo con la cabeza y con las manos, sino con toda mi fuerza vital».

El líder asegura que tanto las letras como las melodías han ido mejorando a lo largo de los años, y señala que temas como Love Walks In, Morning Came Too Soon y Didn’t We Walk on Water, que incluye el nuevo álbum Out of All This Blue están entre sus favoritas. No le quita mérito a Fisherman’s Blues o Too Close to Heaven, pero en su logrado estatus de clásico el grupo y su música están siempre cambiando. Comenta Mike que el futuro abraza al funk y al country, «o tal vez un giro hacia el jazz». Las fuentes de inspiración, sin embargo, se mantienen: «Lo que veo y siento, cosas que oigo, cosas que la gente me dice, lugares a los que voy, atmósferas, música que escucho, palabras que leo».

Mike también se guía por las instrucciones de sus canciones. «El primer single del nuevo álbum, If the answer is yeah, me pidió funky, que hiciera de cada verso de la letra una pregunta, para ser contestada por el coro». Cada tema le reclama una cosa diferente. A veces sencillez, otras, que se alargue. «Me encanta seguir esas instrucciones». La primera vez que recibió órdenes fue en el año 1984, cuando estaba trabajando en This is the Sea: «Fue como si hubiera una pequeña voz en mis tripas diciéndome qué hacer». Ha aprendido a confiar en esa voz y ahora le acompaña todo el tiempo. Igual que la chaqueta de la foto, la de su compañero, Steve Wickham, la de A Coruña en 2001.