El comité de juristas de Egipto al que se encargó un nuevo marco constitucional que impida que el próximo presidente pueda perpetuarse en el poder, práctica habitual en la reciente historia del país, entregó ayer un documento en el que sugiere reducir de seis a cuatro años el mandato presidencial y permitir solo una reelección.
Las propuestas fueron anunciadas por el presidente de este comité, Tareq el Bashri, acompañado por otros miembros del órgano, después de reunirse con el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. Este consejo, que heredó el poder cuando renunció Mubarak, se comprometió a someter estas enmiendas a un plebiscito, dentro de los próximos dos meses, y mejorar el marco electoral para garantizar comicios limpios y libres.
Sería la primera vez que se aplica en Egipto un límite de ocho años de mandato presidencial ya que, después de que los militares encabezados por el coronel Gamal Abdel Naser terminaran el 23 de julio de 1952 con la monarquía, los jefes de Estado sucesivos nunca encontraron límites en sus mandatos.
El Bashri, ex vicepresidente del Consejo de Estado, también explicó otras enmiendas para relajar los requisitos para poder ser candidato presidencial. Solo se necesitará uno de estos requisitos: el apoyo de 30.000 ciudadanos, que su candidatura sea respaldada por al menos 30 diputados o que pertenezca a un partido con representación parlamentaria, aunque sea de un solo legislador.
Los requisitos actuales son muy restrictivos y, por ejemplo, impiden la posibilidad de que haya candidatos independientes, algo que sí podría darse si se ratifica el nuevo marco constitucional. Los expertos sugirieron además que el presidente egipcio sea de esa nacionalidad, que sus dos padres sean también egipcios, sin posibilidad de doble nacionalidad, o que no esté casado con una extranjera.
Cerca de 2.000 personas se manifestaron ayer en la plaza Tahrir, de El Cairo, tras los enfrentamientos del día anterior con el Ejército, que se disculpó por sus ataques.