El disidente cubano Fariñas recupera el conocimiento, pero continúa ingresado en cuidados intensivos

Efe

INTERNACIONAL

13 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El disidente cubano Guillermo Fariñas está «débil pero estable» en el hospital de Santa Clara en el que fue ingresado el jueves tras sufrir un colapso, el segundo en los 17 días que lleva en huelga de hambre y sed, y recibió sueros y azúcares por vía intravenosa, informó su madre, Alicia Hernández.

El psicólogo y periodista opositor fue sometido a análisis para determinar su deterioro físico y permanecerá en el hospital al menos un día más.

La madre, enfermera profesional, dijo que sufre neuropatías, deficiencias cardíacas y otras complicaciones por el ayuno que comenzó para pedir a Raúl Castro un gesto humanitario: que excarcele a 26 presos políticos que, según la oposición, están muy enfermos.

El jueves, Fariñas, de 48 años, se desmayó y estuvo una hora inconsciente, y ayer se sentía débil, con cefaleas, dolores musculares, fatiga y decaimiento, agregó Hernández.

El médico personal de Fariñas, el también opositor Ismel Iglesias, dijo el jueves, cuando el huelguista recuperó el conocimiento y fue internado en el área de terapia intensiva, que su vida por el momento no corre peligro. Ese día, Fariñas conversó con Lech Walesa, jefe histórico del sindicato polaco Solidaridad, y le pidió que deposite una corona de flores sobre su tumba «cuando Cuba sea libre».

El Gobierno cubano atacó ayer de nuevo al Parlamento Europeo (PE), al que acusa de «fabricar patriotas entre mercenarios y delincuentes» y de apoyar la «subversión», como llama a los disidentes, para derrocar el régimen de los hermanos Castro.

El diario Granma , portavoz del gobernante Partido Comunista, arremete en un artículo contra el Grupo Socialista Europeo, porque «se plegó obedientemente a las posiciones más derechistas y anticubanas» en una votación de condena por la muerte del opositor Orlando Zapata. Granma asegura que el PE «convoca abiertamente a los Gobiernos europeos a intensificar sus actividades subversivas y a sus embajadas en La Habana a implicarse aún más en el aliento, el apoyo y el financiamiento a los mercenarios».