Clinton defiende en Arabia Saudí nuevas sanciones contra Irán y Teherán dice que Occidente lo lamentará
INTERNACIONAL
Irán asegura que su programa «tiene objetivos pacíficos, pero no hay pruebas que sustenten eso», dijo Clinton a una estudiante de la universidad femenina Dar Al Hekma de Yeda, en el último día de su gira por los países del Golfo.
17 feb 2010 . Actualizado a las 02:09 h.La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, defendió ayer en Arabia Saudí la política de presiones a Irán, mientras el presidente Mahmud Ahmadineyad advirtió de las consecuencias de más sanciones contra Teherán.
Irán asegura que su programa «tiene objetivos pacíficos, pero no hay pruebas que sustenten eso», dijo Clinton a una estudiante de la universidad femenina Dar Al Hekma de Yeda, en el último día de su gira por los países del Golfo. La estudiante le había preguntado por qué EE.?UU. tenía una posición dura con Irán cuando se daba por sentado que Israel ya tiene la bomba atómica.
En su respuesta, Clinton no mencionó a Israel, e insistió en que Irán suscitó preocupación al lanzar la producción de uranio enriquecido al 20%, reconocer que estaba construyendo una planta de uranio cerca de Qom y rechazar una propuesta internacional de intercambio de uranio por combustible nuclear.
Además, «Irán es el principal apoyo al terrorismo en el mundo», insistió Clinton. «Recurriremos a las Naciones Unidas para intentar obtener más sanciones que quizás convenzan a los iraníes de cambiar de dirección», señaló la jefa de la diplomacia norteamericana.
Esas sanciones se concentrarían en el crucial sector del petróleo para mermar los ingresos del régimen de Teherán.
Ciertos responsables hablaron de «compensaciones» a favor de China, gran cliente del crudo iraní, en caso de que la producción petrolera se vea afectada.
Arabia Saudí, bajo presión de EE.?UU., podría aportar garantías de abastecimiento a China para incitar a dar su aval para las nuevas sanciones, pues tiene derecho de veto en la ONU.
El presidente iraní respondió que las grandes potencias terminarán lamentado cualquier nueva sanción contra su país, diciendo al mismo tiempo que Irán seguía dispuesto a intercambiar uranio por combustible. «Si alguien quiere crearle problemas a Irán, nuestra respuesta será diferente a la del pasado. Daremos una respuesta que les hará lamentar» las sanciones, dijo Ahmadineyad.
Clinton quedó satisfecha con la reunión con el rey Abdalá. No obstante, el jefe de la diplomacia saudí, el príncipe Saud Al Faysal, dijo que Riad prefiere una «resolución inmediata» antes que sanciones. «La solución inmediata que preconiza el príncipe Saud es la que propone Turquía, enriquecer el uranio iraní en el extranjero», dijo Anuar Eshki, del Instituto de Estudios Estratégicos de Yeda. Ayer, el ministro de Exteriores, Manucher Motaki, acusó a Clinton de querer engañar a las monarquías del Golfo presentando a Irán como una «dictadura militar».