El ex jefe del Comando de Institutos Militares Santiago, general Omar Riveros, de 86 años, ha sido condenado a cadena perpetua por el brutal asesinato de Floreal Avellaneda, de 15 años, y el secuestro y torturas a su madre, Iris Pereyra, perpetrados durante la dictadura militar argentina. Se trata del primer juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en jurisdicción de Campo de Mayo durante la dictadura militar.
Los sucesos ocurrieron en abril de 1976, un mes después del golpe de Estado, cuando los militares irrumpieron en la casa de la familia Avellaneda en Buenos Aires. Buscaban a Floreal padre, sindicalista y militante del Partido Comunista. Y como había huido, se llevaron a su mujer e hijo. Fueron torturados para que desvelasen el paradero de Floreal. «Me aplicaban electricidad en las axilas, los pechos, la boca, los genitales y al Negrito [apelativo de su hijo] le hacían o mismo. Yo empecé a gritar y me lo trajeron. Él me pidió llorando que dijera dónde estaba su padre, pero yo no lo sabía», reveló la madre. El cuerpo del joven apareció en la costa uruguaya atado de pies y manos.