La gala detenida en Irán admite que pasó un informe sobre los disturbios

Siavosh Ghazy

INTERNACIONAL

09 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Una profesora de francés y dos funcionarios locales de las embajadas de Francia y Gran Bretaña comparecieron ayer en Teherán en la segunda sesión del juicio contra los manifestantes detenidos por protestar por la reelección del presidente Mahmmud Ahmadineyad.

La francesa Clotilde Reiss, acusada de espionaje, pidió perdón tras reconocer haber redactado un informe sobre los disturbios post electorales que se produjeron en la ciudad iraní de Isfahan, donde imparte clases.

«Escribí un informe de una página y lo entregué al jefe del Instituto Francés de Investigación en Irán, que depende del servicio cultural de la Embajada de Francia», declaró.

La joven francesa, una apasionada de la cultura persa, reconoció haber estado en las protestas del 15 y del 17 de junio por «razones personales», según Irna. ?«Los motivos de mi participación en las manifestaciones fueron personales. Acepto que fue un error y pido perdón a la nación iraní y al tribunal. Espero que me perdonen», agregó.

Ressi, detenida desde el 1 de julio, también reconoció haber escrito un informe hace dos años sobre el programa nuclear iraní. Sin embargo, negó que ese dosier tuviera relación con la Organización Francesa de la Energía Atómica para la que trabaja su padre. «No hice un informe técnico sobre el programa nuclear, sino sobre la política y la sociedad iraníes», se defendió.

Por su parte, el fiscal del tribunal, Abdolreza Mohabati, afirmó que todos los acusados «elaboraron un plan, por cuenta de la oposición y de países extranjeros, para derrocar al régimen», según la agencia Fars.

Iraníes en las embajadas

En cuanto a los empleados locales de las embajadas francesa y británica, se trata de Nazak Akshar, una trabajadora del servicio cultural de la legación francesa, y de Huseín Rasam, detenido el 27 de junio y luego liberado bajo fianza junto a varios compañeros de trabajo.

Afshar confesó durante la vista que la legación diplomática instruyó a la plantilla para que dieran «cobijo a los manifestantes» si era necesario.

Huseín Rasam, también acusado de espionaje, confesó que, por orden de la legación, la plantilla de la embajada estuvo presente en las manifestaciones de protesta que estallaron tras la controvertida reelección de Ahmadineyad.

El Reino Unido, culpable

El fiscal acusó a las autoridades británicas y estadounidenses de tener un papel en los «disturbios» más graves de la historia de la república islámica, en los que murieron 30 personas, según el balance oficial, llamándolos hipócritas porque «utilizan sus medios de comunicación para coordinar su diplomacia en contra de Irán», señala Irna.

«La célula política de la embajada de Gran Bretaña recaudaba información sobre los responsables [iraníes], los Guardianes de la Revolución, la milicia Basiyi», dijo el fiscal durante la lectura del acto de acusación. La Fiscalía acusó a los británicos de urdir la supuesta conjura con meses de antelación a las elecciones «para poder alcanzar sus objetivos».

La oposición iraní, que denunció como fraudulentos los resultados de los comicios, ha tildado el juicio de mascarada y ha cuestionado las confesiones.