Las grabaciones de una prostituta resucitan el escándalo de Berlusconi

María Signo

INTERNACIONAL

En una de las cintas, el primer ministro dice que se va a duchar y que lo espere en la «cama de Putin», en referencia a una con baldaquino que le regaló el líder ruso

21 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El escándalo y la polémica regresaron ayer a Italia tras la publicación por el semanario L'Expresso de conversaciones picantes que atribuye al jefe de Gobierno, Silvio Berlusconi, y a Patrizia D'Addario, una prostituta de lujo que dice haber sido pagada para pasar la noche con el político y asistir a sus fiestas.

En una de las conversaciones, Berlusconi le dice a Patrizia D'Addario que se va a dar una ducha y que ella lo espere en la cama grande.

«¿Qué cama, la de Putin?» pregunta D'Addario. «Sí, la de Putin», responde él. Y ella comenta «Ah, qué divertido!... con esas cortinas».

Según la prensa, se referían a la cama con baldaquino que le regaló el primer ministro ruso, Vladimir Putin, a Berlusconi. Ambos son amigos y aquel ha pasado varias vacaciones en la mansión de Berlusconi en Cerdeña, Villa Certosa, donde el fotógrafo Antonello Zappadu tomó miles de polémicas imágenes de fiestas con mujeres.

En otra cinta, Il Cavaliere le pregunta a Patrizia a qué se dedica. Ella le contesta que a «una operación inmobiliaria». Y en una tercera, se escucha a Gianpaolo Tarantini, el empresario que le facilitaba mujeres a Berlusconi, que le pregunta a la prostituta qué tal fue la noche, a lo que ella contesta que bien, pero que no recibió «ningún sobre», sino tan solo «un regalito, una tortuguita», en referencia a una joya en forma de tortuga.

D'Addario asegura en esa conversación que Berlusconi le prometió enviar «gente» para ayudarle en su operación inmobiliaria, pero expresa dudas sobre si el primer ministro cumplirá su palabra, y añade que en la noche anteriores tuvo «muy afectuoso» y que no durmieron nada.

Las grabaciones fueron realizadas a escondidas por la mujer en octubre y noviembre del año pasado tras los encuentros mantenidos en la mansión privada de Roma del primer ministro, según el semanario. Y las entregó a los tribunales, que indagan a Tarantini por soborno, entre otros cargos.

«Es material sin valor, inverosímil y fruto de invención», declaró el abogado de Berlusconi, Niccoló Ghedini, quien anunció que tomará medidas legales contra los medios que lo reproduzcan.

Entretanto, La Repubblica publicó ayer que el primer ministro se ha propuesto cambiar de vida, según le habría dicho a algunos amigos, y estudia vender Villa Certosa. El pasado fin de semana, pasó allí 24 horas, coincidiendo con el cumpleaños de su ex mujer Veronica Lario, que estaba en Milán con sus hijos Barbara y Luigi.