Francia y Alemania le exigen al ex primer ministro portugués que les presente un programa de acción
12 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Angela Merkel y Nicolas Sarkozy apoyan la reelección de José Manuel Durão Barroso como presidente de la Comisión Europea, aunque no están dispuestos a darle un cheque en blanco. Su candidatura cuenta con la abierta hostilidad de socialistas y verdes, pero la victoria de los conservadores en las elecciones del domingo les da una amplia mayoría en el Parlamento de Estrasburgo.
Francia y Alemania respaldan a Barroso «sin ambigüedades», pero quieren que antes «formalice sus intenciones» y «se comprometa con un programa» que proteja a los europeos.
Tras reunirse en el palacio del Elíseo, Sarkozy y Merkel confirmaron ayer que esperan un acuerdo con el resto de la Unión la próxima semana. Y según el mandatario francés, «si el Parlamento está de acuerdo, podremos ratificar en julio esta decisión», que supondría otro mandato de cinco años.
Parece que la reelección urge a París y a Berlín. Hay un «fuerte deseo» en el Parlamento Europeo de no estar todo el verano sin una decisión y nombrar rápidamente al presidente de la Comisión, dijo Merkel.
El nombramiento de los comisarios, sin embargo, tendrá que esperar. La elección del presidente de la Comisión se hará en base al Tratado de Niza (26 comisarios), pero el del resto del equipo debe hacerse según el del Lisboa (27 comisarios), que no puede entrar en vigor hasta que lo aprueben los irlandeses. Tras su no del pasado año, volverán a votar en octubre, y Sarkozy y Merkel esperan que la cumbre de la próxima semana formalice «los compromisos políticos» y «la forma de responder a las demandas irlandesas» para que no se produzca un nuevo rechazo.
El líder de los socialistas en la Eurocámara, Martin Schulz, pidió ayer a los mandatarios de la UE que pospongan el nombramiento de Barroso y advirtió de que, en caso contrario, su grupo podría votar en contra. Los verdes de Daniel Cohn-Bendit hacen frente común.
Una confirmación rápida de Barroso, como pretenden él y su grupo, el PPE, tendría que hacerse según el tratado en vigor, el de Niza. Pero algunos Estados miembros, e incluso el servicio jurídico del Consejo, tienen reticencias al creer que una confirmación ahora supone prejuzgar que Portugal tendrá un comisario asegurado.
Deslocalización industrial
Tras la fuerte subida de los ecologistas en las elecciones, Francia y Alemania se toman tan en serio la lucha contra el cambio climático que Sarkozy advirtió de que «habrá consecuencias para los países que no entren en el juego de la defensa medioambiental». A Merkel le preocupa que los compromisos de la UE puedan aprovecharse para deslocalizar industrias a otras partes del mundo menos respetuosas con el medio ambiente.