Gordon Brown lanza un paquete de reformas constitucionales para zanjar la crisis laborista

Imanol Allende

INTERNACIONAL

Entre otras medidas, pretende cambiar la ley electoral británica

11 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Brown el reformista. De esta manera pasará a ser apodado el primer ministro británico, Gordon Brown, en los libros de las escuelas británicas del futuro tras la ola de reformas que ha prometido en su corta legislatura y que apenas si ha llevado a cabo alguna. Ayer, en un intento por retomar las riendas del Gobierno y la autoridad en su partido, aunque fuese de modo ficticio y tras el doble varapalo electoral y las revueltas en sus filas, Brown anunció un nuevo paquete de reformas que van desde la posibilidad de expulsar a un parlamentario por conducta inapropiada hasta la reforma del sistema electoral.

En el Reino Unido se es parlamentario hasta que los electores deciden lo contrario en las urnas o lo impide la salud. De hecho, la última vez que un parlamentario fue expulsado de los Comunes fue hace 55 años. Pero lo cierto es que, en más de medio siglo, no se había producido en el palacio de Westminster un escándalo de la magnitud del vivido estos días con los gastos por dietas de sus señorías. Por este motivo, Brown quiere que en el futuro aquellos representantes del pueblo cuyo comportamiento sea claramente irregular puedan ser expulsados de la Cámara, para lo que se establecerá una autoridad independiente que controle las actuaciones de cada diputado mediante la aplicación de un código de conducta.

Reglas del siglo pasado

«Westminster no puede funcionar con las reglas del siglo pasado, cuando los miembros las establecían y las aplicaban ellos mismos», advirtió Brown, quien agregó: «Todos tenemos que aceptar con humildad que la confianza del público ha desaparecido y la reputación de esta institución no puede restaurarse sin un cambio radical». Las reclamaciones por gastos de los diputados serán publicadas en Internet.

Además, Gordon Brown presentó en los Comunes otras reformas constitucionales, como un cambio del actual sistema electoral, aunque advirtió de que «solo se podrá lograr si existe un consenso general en el país», o lo que es lo mismo, a través de un referendo.

El sistema electoral actual es de mayoría simple a una sola vuelta. Se basa en que en cada distrito resulta elegido el candidato que logra la mayoría simple de los votos. El sistema preferido por la mayoría del Gabinete de Brown es una modalidad del sistema alternativo de voto, parecido al actual, pero en vez de señalar a un candidato se señala a varios en orden de preferencia. Los críticos dicen que es demasiado parecido al actual. Una reforma añadida sería permitir el voto a los menores de 16 años.

La reacción del Partido Conservador fue la esperada. Su líder, David Cameron, se mostró en contra de la reforma, ya que «Brown ha comenzado a pensar en una reforma electoral ahora que ve con miedo la derrota en las próximas generales», dijo.

Otra reforma, concerniente a la Cámara de los Lores, ya había sido iniciada por ex primer ministro Tony Blair, pero aún no concluyó por la negativa de los propios lores. Los miembros de esta Cámara podrían pasar a serlo en su mayoría por elección y no por herencia o designio.