El Congreso de EE.UU. desaira a Obama e impide a los presos de Guantánamo que pisen el país

Tatiana López

INTERNACIONAL

06 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Ni Barack Obama contará con el dinero suficiente para cerrar Guantánamo, ni ninguno de los presos retenidos en el penal podrán ser trasladados al territorio estadounidense. Así lo decidieron ayer en dos resoluciones diferentes los miembros del Congreso de los EE.?UU. quienes con estas medidas añaden aún más incertidumbre al futuro de un penal que en estos momentos acoge a 250 presos, la mayoría de ellos sin cargos.

Más concretamente la primera de estas decisiones se producía el pasado jueves en la Cámara de Representantes donde, como parte del presupuesto destinado a la seguridad nacional, los congresistas aprobaban una enmienda que impide que ninguno de los presos de Guantánamo pise jamás suelo norteamericano, algo que debe ser ratificado en el Senado.

La enmienda, que fue aprobada por aplastante mayoría, se contradice sin embargo con la postura adoptada por el propio presidente Obama, quien desde que tomara posesión de su cargo ha pedido a la comunidad internacional que se haga cargo de estos presos. Esta incongruencia era ayer tachada de hipócrita por organizaciones como Amnistía Internacional, quien a través de un comunicado recordó a los estadounidenses que «no se puede pedir a los demás lo que uno no está dispuesto a hacer».

Por si fuera poco la noticia de que EE.UU. no piensa financiar además el cierre del penal, después de que una subcomisión del Congreso denegará ayer el dinero necesario, sorprendía incluso a la Unión Europa quien días antes había aprobado una resolución que permite a sus estados miembros acoger a los presos de Guantánamo, siempre y cuando estos no tengan causas pendientes en el lugar de acogida.

El texto establece sin embargo que ninguno de estos traslados podrán realizarse si el penal no ha sido cerrado, algo que a partir de ahora podría complicarse.

Canadá no acogerá a presos

Desde que tomara posesión de su cargo echar el cierre a Guantánamo ha sido una de las prioridades de Obama un deseo al que cada vez le surgen más inconvenientes.

Por ejemplo entre aquellos que no se han comprometido a aceptar presos se cuentan los gobiernos de Alemania y Canadá. Este último anunció ayer su negativa a acoger a diecisiete presos chinos recluidos en el centro de detención y pertenecientes a la tribu de los uigures. Según un comunicado hecho público por el primer ministro del país, Stephen Harper, la decisión de su Gobierno se fundamenta en que «Canadá nunca ha tenido nada que ver con estos reclusos y por lo tanto no tiene ninguna obligación de acogerlos».

Los uigures, chinos musulmanes, hablan un dialecto del turco y viven en una región aislada que limita con Pakistán, Afganistán y otras seis regiones del Asia Central. Desde el Gobierno de Pekín siempre se ha calificado a esta tribu como unos peligrosos independentistas y es por el ello que Washington no quiere extraditarlos a su país de origen donde ante el temor de que puedan ser sometidos a tortura.