La OTAN congela sus relaciones con Rusia por la crisis de Georgia

Agencias

INTERNACIONAL

20 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los países miembros de la OTAN decidieron ayer endurecer su postura frente a Rusia y acordaron que las relaciones entre las dos partes no pueden seguir como hasta ahora tras la actuación de Moscú en el conflicto de Georgia. Pese a que todos los ministros aliados estuvieron de acuerdo, la falta de entusiasmo de París y Londres volvió a dejar patente que no hay unanimidad en torno a la línea dura propugnada por Washington.

«Hemos decidido que no podemos seguir trabajando con Rusia como hasta ahora», informó el secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer. Precisó que la OTAN no veía «ninguna señal de la retirada rusa de Georgia», contrariamente a lo prometido por el Presidente ruso, Dmitri Medvédev, en cumplimiento del plan de paz propuesto por la presidencia francesa de la Unión Europea. Aunque la OTAN no tomó ninguna decisión sobre la suspensión de proyectos de cooperación militar con Rusia, la reunión de ayer ha dejado clara la intención de aumentar la presión sobre Moscú.

La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, expresó su satisfacción por haber «logrado exactamente» lo que quería Washington. Rice subrayó que la OTAN no tiene la intención de aislar a Rusia, pero «su comportamiento en esta última crisis la aísla de los principios de cooperación en el seno de la comunidad de naciones», sostuvo.

Además, la Alianza insta a Rusia a dar el primer paso. «Ahora tiene que ser Rusia la que reaccione. Tiene que volver a las posiciones ocupadas el 6 agosto», antes de la ofensiva georgiana en Osetia del Sur. Horas después, el presidente ruso se comprometía con su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, a que la retirada de Georgia se completará el viernes. Las únicas fuerzas que permanecerán en la región son unos 500 soldados familiarizados con las medidas de seguridad para la población civil.

Aunque todos los ministros aliados estuvieron de acuerdo en endurecer el tono contra Moscú, ayer volvió a quedar patente que la línea dura propugnada por Washington no concita unanimidad. Así, el titular de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, apuntó que la estabilidad en la región caucásica no puede conseguirse sin la participación de todos los bandos en el conflicto. Por su parte, el británico David Miliband rechazó que el aislamiento de Rusia sea la respuesta adecuada.

«Palabrería»

El embajador ruso ante la OTAN, Dimitri Rogózin, acusó a la Alianza de «seguir anclada en la guerra fría» y anunció que Moscú también tiene intención de revisar su cooperación con la organización. Para Rogózin, el duro mensaje lanzado contra su país es «palabrería, pues nadie quiere ni puede romper lazos con Rusia». En este sentido también se pronunció el canciller ruso, Serguéi Lavrov, que calificó el comunicado de la OTAN de «tendencioso» y advirtió además de que tendrá «consecuencias» en las relaciones entre Moscú y la Alianza. Además, Lavrov lamentó que la OTAN se haya erigido en protectora del presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili.

La Organización para la Cooperación y la Seguridad en Europa (OSCE) enviará 20 observadores a Georgia con la aprobación de las partes, una misión que en los próximos días se ampliará hasta los cien efectivos.