El FBI presionó a la familia del acusado de los ataques con ántrax para que actuase contra él
INTERNACIONAL
El misterio que ha rodeado la investigación sobre los ataques con ántrax del 2001 empezó a aclararse ayer después de que un juez autorizase a divulgar los documentos y el FBI rindiese cuentas a familiares y afectados. Las más de 100 páginas de documentos que el juez Royce Lamberth puso ayer a disposición del público incluyen varias órdenes de allanamiento del domicilio de Bruce Ivins, un biólogo que trabajaba para el Ejército y principal sospechoso de los ataques del 2001, que causaron 5 muertos y 17 heridos. Declaraciones de amigos muestran que Ivins, que se suicidó la semana pasada, se vio sometido a una enorme presión por parte de la policía federal.
El diario The Washington Post citaba ayer a un científico amigo del biólogo que mencionó que el año pasado, cuando Ivins estaba de compras con su familia, un grupo de agentes se dirigió a él diciéndole: «Has matado a varias personas», para a continuación preguntar a su mujer: «¿Sabe que ha asesinado a gente?».
Además, y según el mismo testimonio, el FBI ofreció 2,5 millones de dólares al hijo de Ivins y el vehículo deportivo que él quisiese a cambio de que aportase pruebas contra su padre. La citada fuente aseguró que su hija recibió mientras estaba hospitalizada una visita de agentes que le enseñaron fotos de las víctimas del ántrax para mostrarle «lo que había hecho» su padre.
«Asesino vengativo»
Durante los últimos días han salido a la luz inquietantes relatos de la terapeuta que trataba a Ivins por depresión y abuso de alcohol y somníferos, que lo describe como un asesino vengativo que había intentado envenenar a gente. Sus amigos y algunos ex compañeros del laboratorio de biodefensa del Ejército creen que ese comportamiento obedece a la presión que tuvo que soportar.
El que las autoridades se viesen forzadas a pagar una indemnización al científico Steven Hatfill, tras concluir que la investigación contra él no se sostenía, no ha hecho más que alimentar el escepticismo ciudadano.
El FBI dice que tiene pruebas concluyentes contra Bruce Ivins.