Millonaria, ex adicta a las píldoras y reina del rodeo en su adolescencia, la esposa de John McCain sobrevive al escándalo
18 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.De ella se ha dicho que es una «mujer objeto», que tiene poco carisma y que solo sus millones superan en número a sus operaciones estéticas. Sin embargo, Cindy McCain, esposa del candidato presidencial John McCain, y posible primera dama de Estados Unidos, es ante todo una mujer de política capaz de sobrevivir a todo tipo de escándalos sin despeinarse ni un pelo.
Madre de los cuatro hijos del senador e hija única de una de las familias más ricas de Arizona, cuentan que la historia de amor entre esta reina del rodeo y el entonces comandante comenzó en la isla de Hawái en 1979 y que se consumó en matrimonio en doce meses. Dejaron atrás un polémico divorcio, pues se dijo que el senador había abandonado a su mujer cegado por la codicia de sus propias ambiciones.
Finanzas irregulares
Aunque la información fue negada por la ex mujer del político, quien había quedado paralítica en un accidente de coche, nadie parece dudar de la influencia que la familia política de McCain tuvo desde el principio en su exitosa carrera.
Con especial relevancia de la figura de su suegro, el magnate cervecero James Hensley, fueron los dólares y contactos de este patriarca sureño los que sentaron en el Congreso al antiguo héroe de guerra.
La ira del Partido Demócrata se centra también en la sombra del dinero, tras la negativa de Cindy McCain a hacer pública su declaración de la renta.
«Lo que yo gane es un asunto privado y lo seguirá siendo incluso si soy primera dama», se defendió hace un par de días. Pero se sabe que su empresa de distribución tiene unos beneficios anuales de unos cien millones de dólares, pese a que McCain presumió de ser el candidato más pobre.
Los «múltiples» negocios de Cindy volvieron a las portadas estos días después de que tuviera que vender inversiones por dos millones de dólares relacionadas con el Gobierno de Sudán, país al que su esposo ha criticado en varias ocasiones.
Desintoxicación
Pero de todos los escándalos que han azotado a la pareja, el más doloroso quizá fue protagonizado en 1992 por Cindy cuando la prensa ventiló su adicción a las píldoras analgésicas, que «nació por culpa de mis problemas de espalda», confesó. La noticia de que esta «ama de casa perfecta» robaba las pastillas de su propia oenegé Voluntarios de América, pilló por sorpresa al propio senador.
Ingresó en un centro de desintoxicación y en tres años superó la enfermedad. «Fue la decisión más difícil de mi vida, pero también de la que más orgullosa estoy», contó
Los McCain han adoptado a una niña birmana, Bridgite, también víctima de un escándalo. Hace ocho años, Bush acusó a McCain de haber concebido a la niña con una prostituta. El dato se ha quedado en rumor.