Arbour niega que deje su cargo de alta comisionada de la ONU por presiones de Estados Unidos

O. S.

INTERNACIONAL

08 mar 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, dejará su puesto a finales de junio. «Este será mi último informe anual, ya que he informado al secretario general de que no me presentaré para un segundo mandato», anunció ayer al presentar su informe ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra.

La razón oficial es que quiere pasar más tiempo con su familia después de sus constantes viajes y la apretada agenda que ha cumplido en este puesto, una versión que ha sido puesta en duda por algunos medios, como The Washington Post, que días atrás adelantaron la noticia. Y es que durante este tiempo como máxima vigilante de los derechos humanos en el mundo, Arbour destacó por no morderse la lengua y denunciar con dureza las violaciones por parte de numerosos países como Zimbabue, China, Israel y también Estados Unidos, condenando en múltiples ocasiones su llamada guerra contra el terrorismo, Guantánamo o los informes sobre el uso de la tortura, lo que le valió severas críticas por parte de Washington.

Consciente de que muchos ven en esto un motivo para su renuncia, la canadiense precisó que no se va por «no poder soportar esta presión. Al contrario, tengo que vencer la tentación de quedarme para enfrentar las críticas».

Incómoda con Ban Ki-moon

Por otro lado, algunos rumores señalan que al parecer no se sentía igual de cómoda en su puesto después de la llegada de Ban Ki-moon a la secretaría general de la ONU, a principios del 2007 (fue nombrada por su antecesor Kofi Annan). En un comunicado, el surcoreano destacó la «inmensa dedicación» y la «coraje, energía e integridad» de Arbour.