Querella por la muerte de una anciana sacada a la fuerza de casa

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

La mujer, de 93 años, solo aguantó 24 horas en un asilo

27 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

«Me la sacaron a la fuerza y me la devolvieron cadáver». Así se expresó ayer José Sánchez Lage, apenas una semana después de haber enterrado a su madre. María Áurea, de 93 años, fue retirada de su casa por orden judicial y con la oposición familiar para ser alojada en una residencia de la tercera edad de Quiroga porque, supuestamente, su hijo no la atendía adecuadamente. La anciana no aguantó ni cuatro días. Fuera de su entorno y sin la atención que le proporcionaban en su casa de Lugo, acabo muriendo -abandonada, según su familia- en el hospital de Monforte. Ahora su hijo está ultimando una querella por los hechos.

José Sánchez lo predijo instantes después de que su madre se la hubieran llevando en una ambulancia. «Se comete un ?asesinato? porque el bienestar de mis padres pasa por dejar que sigan viviendo en casa y puedan morir dignamente». A los pocos días su madre moría, y ahora, a la familia, le quedan muchas dudas, demasiadas, sobre todo lo sucedido. Quieren esclarecerlas.

Bajo contro policial

La anciana fue sacada de su casa, bajo control policial, a las diez de la mañana del jueves 17 de febrero. A pesar de la baja temperatura la introdujeron en una ambulancia descalza y con una bata. «Ni a un animal se le trata así. Tenía que haber venido un médico para comprobar si mi madre estaba en condiciones para saber si podía hacer un recorrido superior a los 80 kilómetros. Tendría que haberla acompañado un médico en la ambulancia porque el personal que la trasladó no era especializado para hacer una actuación rápida», apuntó José Sánchez.

El hijo de la fallecida explicó que nadie se preocupó por saber qué medicación estaba tomando. Ciertamente solo le daban productos naturales, en concreto dos infusiones diarias y vitaminas. Parece que nadie siguió proporcionándole estas tomas.

Solo 24 horas

María Áurea, según contó su hijo, apenas aguantó 24 horas en la residencia. Comenzó a tener vómitos y tuvo que ser evacuada al hospital de Monforte. «A nosotros nadie nos dijo absolutamente nada. Nos enteramos porque llamamos para preguntar cómo había pasado el primer día», explicó José Sánchez El malestar del hijo de la anciana aumenta al conocer que ninguna persona de la residencia ni ningún asistente social acompañaron a la anciana al centro asistencial. «Si yo la cuidaba tan mal porqué solo estaba unas horas al día con ella, miren cómo la cuidaron ellos. Le pusieron una sonda, un tubo gástrico y antibióticos. Alguien tendría que estar controlando todo eso, no solo las enfermeras, que, por cierto, se portaron de maravilla», expresó el hijo de la fallecida.

Sánchez explicó que se enteró de la muerte de su madre en la madrugada del día 20 al 21 a través de una llamada anónima. «Llamamos al hospital y nos dicen que no nos lo podían confirmar porque la única información solo se la podían dar a la asistenta social. Nos emplazan para que llamáramos al día siguiente a las 9,30 de la mañana. Por cierto que a las nueve de la noche del 21, cuando velábamos el cuerpo, recibimos una llamada de la responsable de la residencia de Quiroga para decirme que no sé si sabía que muriera mi madre. Por cierto no recibimos ni una triste llamada de la asistenta social que denunció su situación ni del juez para informar de su fallecimiento. Ni tan siquiera se nos devolvieron sus pertenencias», relató. Ahora, puso en manos de un abogado la situación para denunciar lo sucedido.