Centenares de peregrinos que este fin de semana cubrieron el itinerario del Camiño Primitivo entre Grandas de Salime y Lugo se quedaron sin sitio en los albergues de la Xunta. Tanto en A Fonsagrada como en Baleira y Lugo fue preciso habilitar pabellones polideportivos para dar cabida, en algunos casos a más de cien personas en un solo día. Los servicios de Protección Civil son los encargados, en bastantes ocasiones, de asistir a quienes se quedan sin sitio, haciendo así funciones que algunas personas consideran que corresponden a la Xunta, que tiene que ampliar los albergues existentes y construir nuevas instalaciones.
La concurrencia por el Camiño Primitivo aumentó este año más de un doscientos por ciento, según la opinión recogida ayer entre algunos expertos. Esta circunstancia hace que los albergues de la Xunta se queden pequeños y sin sitio a primeras horas de la tarde. En Lugo la situación se complica porque muchos peregrinos inician etapa en la ciudad, con lo que pernoctan en en el local de la calle de las Nóreas, lo que motiva que algunos que vienen caminando no dispongan de cama.
En A Fonsagrada, donde el albergue dispone de 24 plazas, además del espacio habilitado a mayores por Protección Civil, tuvieron que desviar personas a hostales particulares. Durante el fin de semana no hubo en la localidad ni una sola plaza libre y hace tres días un grupo de más de cien personas tuvo que ir a dormir al pabellón polideportivo. Cuando esto sucede, los usuarios de este recinto han de esperar a que acaben las competiciones deportivas para poder usar el local que es de propiedad municipal.
En este municipio es necesario ampliar el albergue. En algún momento se proyectó habilitar la Casa Peña María, situada delante de la iglesia, pero no hay trazas. También plantean ampliar el de O Padrón, para 60 plazas. ¿Cuándo? No se sabe.
Destrozos
En Baleira pasa tres cuartos de lo mismo. El albergue se llena rápido y en ocasiones, cuando no hay sitieo en las pensiones, habilitan el pabellón polideportivo, a pesar de que no tienen muy buena experiencia porque este año el recinto fue destrozado por algún grupo.
En Lugo, los activos integrantes de Protección Civil tuvieron que auxiliar a un grupo de más de 80 personas que no tenía sitio. Fue habilitado un pabellón de la calle Pintor Corredoira. Es frecuente quedar sin sitio en el albergue de la rúa das Nóreas, con lo cual hay que recurrir a la hostelería particular.
A lo largo del camino primitivo, tanto hosteleros como responsables de albergues están sorprendidos por la gran avalancha de peregrinos. Algunos no dudan que el año que viene puede ser un verdadero caos si la Xunta no toma medidas y hace ampliaciones o nuevas instalaciones, algo que parece que no va a producirse. A pesar de los inconvenientes, los peregrinos afrontanlos problemas con resignación. Los comentarios en Internet sobre los albergues suelen ser muy positivos, aunque parece una lotería el lograr sitio.