La Feira do Queixo de San Simón abarrotó Vilalba de público

LUGO

Además de los puestos para la venta de los quesos, hubo otros 72 de distintos productos y artesanía

07 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Un día soleado y una autovía con muy pocas semanas en uso fueron los dos grandes aliados de Feira do Queixo de San Simón, que ayer llenó Vilalba de público. Fue, a decir de la asociación organizadora, una de las mejores, quizá la mejor, edición de esta ya veterana feria que potencia uno de los productos más conocidos de la gastronomía lucense. Además de los locales de venta de estos productos, hubo decenas de puestos tanto de los más variados productos gastronómicos como de artesanía y otros objetos.

El presidente de la Asociación de Queixeiros de San Simón da Costa, Javier Piñeiro, dijo que la de este año fue probablemente la mejor de las ediciones. Por dos motivos, por un lado, porque por primera las actividades comenzaron el sábado; por otra parte, por la asistencia de público y las ventas. En un cálculo estimativo, y teniendo en cuenta que hubo ocho puestos de quesos de San Simón, dijo que se vendieron alrededor de cuatro mil unidades.

En esta ocasión, según tamaños, las piezas se vendieron a 12 euros, las grandes, y a siete las pequeñas. El incremento del precio (pasó de 10 euros en el año anterior a 12 en el actual) está directamente relacionado con el de la materia prima. Javier Piñeiro indicó que la subida no se hizo notar en las ventas, como tampoco tuvo mayor incidencia en el mercado en general de este producto.

El presidente de la asociación se mostraba, al final de la mañana, altamente satisfecho de cómo había discurrido la feria. Ponía como ejemplo del lleno que experimentó Vilalba los serios problemas que tuvieron los automovilistas menos madrugadores para encontrar plaza para estacionar. Esta tarea ya no resultaba fácil a mediodía, pese al eficaz trabajo de la Policía Local.

Piñeiro resaltó igualmente que este año fue el que contó con más puestos de productos distintos al queso de San Simón.

Entre los ocho vendedores del producto protagonista de la feria reinaba el optimismo una hora y media después de abrir. Para algunos, como Mikel Fernández, de Queixería Prestes, a las once y media de la mañana, las cosas, en lo que a ventas se referían, marchaban mejor que en la edición anterior. A esa horas calculaba que había despachado ya entre 120 y 150 quesos. De la misma opinión era María Cuba, de la queixería D. Crisanto, que a esas alturas habían colocado unas 120 piezas. Los menos optimistas indicaban que, a dicha hora, el negocio marchaba más o menos como en la feria del año anterior, si bien veían buenas perspectivas para las que serían las horas fuertes de la venta.

La reciente apertura del enlace de la A-6 con el tramo de la autovía del Cantábrico hasta Vilalba ayudó, en un día totalmente primaveral, a que fueran muy numerosos los lucenses de distintos puntos de la provincia que acudieron a Vilalba.

El ambiente festivo se completó con música en directo. La feria hizo buena, un año más, la reciente afirmación del alcalde vilalbés, Gerardo Criado, a La Voz de Galicia: «El queso da un valor añadido impresionante al municipio».

Uno de los atractivos añadidos de la feria fue el reparto de bolsas con distintos obsequios patrocinado por Caixa Rural en colaboración con La Voz de Galicia, que incluía ejemplares del periódico del día. Frente al puesto se formó una larga cola para recoger las bolsas.