Los amigos de José Mouriño defienden su inocencia y creen que su único error fue ser un «héroe». Resaltan que José Mouriño medía alrededor de 1,80 metros y su mujer, 1,50. Y consideran que él sabía que no se podía suicidar en la fosa, que tenía poco más de un metro de profundidad, pero sí su mujer que es mucho más baja y entienden que «si la agarra a ella por los brazos para que no se escurra, no puede salir de allí». Investigadores y fiscal sostienen que hay piezas que no encajan en su versión y creen que los hechos obedecían a un plan conjunto de marido y mujer. Los amigos de Mouriño dicen que el día del incendio tenía previsto firmar un contrato con personas de Tarragona y quieren solicitar un concurso de acreedores para proteger sus bienes. La explotación está siendo atendida por el servicio de sustitución ganadero. Las vacas sufren el estrés del incendio.