El Sergas contabilizó 28 servicios relacionados con intoxicaciones etílicas en Nochevieja
02 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Los enfrentamientos que se producen de forma habitual desde hace años en la zona de marcha canguesa entre jóvenes de Cangas y de Moaña sobrepasaron en la madrugada de ayer todas las cotas de violencia y participación conocidas. La pelea dejó un rastro de sangre por todo el suelo del servicio de urgencias local. Es más, fue necesario cerrar con llave la puerta para evitar que medio centenar de chavales prosiguieran con sus disputas dentro de las dependencias médicas.
Uno de los heridos, que tras recibir los primeros auxilios en el centro iba a ser evacuado en ambulancia al hospital Povisa (Vigo), bajó del vehículo, sangrando, para continuar la pelea. Otro, L.?V.?P., de 30 años, fue trasladado a dicho hospital directamente desde la puerta de la discoteca Electra, en donde lo dejaron sus amigos en manos de los sanitarios con una rodilla rota. Acabaron también en Povisa dos chicos de 18 años, uno con un corte en la cara, y otro, en las muñecas. En urgencias atendieron a ocho jóvenes. La Guardia Civil identificó a varios, aunque no llegó a practicar detenciones. «No recuerdo el servicio de urgencias en este estado en los treinta años que llevo trabajando», afirmó uno de los trabajadores del centro de salud cangués.
La pelea se originó poco antes de las siete de la mañana en la citada discoteca. Alguien llamó al 061 pidiendo atención médica. Cuando llegaron los sanitarios vieron a dos jóvenes que ayudaban a una persona que había recibido un golpe en la rodilla. Poco después, la reyerta se extendió por la avenida de Marín. Según explicaron algunos de los participantes a la Policía Local, un moañés de 38 años utilizó una barra de hierro en la refriega. Otros recurrieron a vasos y botellas rotas. En un portal contiguo a la discoteca y en la pared quedaron rastros de sangre, así como en las aceras que conducen al centro de salud, en el lateral de un coche aparcado a la entrada y en todo el suelo del PAC, incluida la sala de espera.
Medio centenar de jóvenes de ambos sexos se agruparon ante la puerta del centro, amenazándose y retándose para nuevas peleas. No está claro qué fue lo que desató la de ayer, pero hasta los profesores de los institutos moañeses saben que los chavales se citan los fines de semana con la intención de enfrentarse por motivos dispares, con frecuencia relacionados con las novias de unos y otros.
A Coruña y Pontevedra
También en A Coruña aumentaron los lesionados en peleas. Los equipos de primeros auxilios vivieron la hora punta pasadas las siete de la mañana. El entorno del Orzán, zona habitual de copas, fue la de mayor conflictividad, y en apenas media hora tres jóvenes necesitaron asistencia médica al resultar heridos. Tumultuosa, aunque sin lesiones de importancia, fue poco antes de las nueve una reyerta en la calle Real, al finalizar un cotillón. Y en la dársena de Oza fue necesaria la intervención de la policía para sofocar otra a media mañana.
También agentes locales intervinieron para neutralizar dos conatos de pelea en Pontevedra.
El Sergas contabilizó 28 servicios relacionados con intoxicaciones etílicas en Nochevieja, entre las 22 y las 10 horas. La provincia de A Coruña encabezó el ránking, con diez atendidos.