Los operarios desplazados ayer a la zona del desprendimiento realizaron labores de secado del área y de impermeabilización de la parte alta de la ladera para evitar problemas de estabilidad en la zona.
Como siguiente paso está previsto limpiar el talud afectado y retirar los bloques que permanecen poco seguros en la ladera, para concluir retirando el material que ocupa la calzada.
Mientras se inician las primeras obras para que la zona recupere la normalidad, tanto desde el PSOE como desde el BNG se han pedido explicaciones a la Xunta. Los socialistas han reclamado la comparecencia del conselleiro de Infraestruturas para que explique el suceso y las causas que lo originaron, mientras que los nacionalistas inquieren sobre las medidas preventivas que se adoptaron para evitar que el desprendimiento afecte a la seguridad de esta vía.
Ambos partidos cuestionaron el retraso con el que se les solucionaron los problemas de tráfico a los usuarios de la AG-55 en las horas siguientes al desprendimiento de grandes cantidades de piedras.