La lucha contra el narcotráfico, una de las actividades delictivas más arraigadas en Galicia, no se limita a la aprehensión de barcos con grandes alijos de cocaína. Desde hace casi un decenio, cada investigación por tráfico de drogas va acompañada de otra investigación patrimonial, con menos protagonismo mediático en la mayoría de las ocasiones, pero con unos resultados más efectivos. «A estos personajes lo que más les duele es que le quiten la cartera», explica gráficamente un experto. En muchos casos, este trabajo sordo se torna poco eficiente, por la lentitud de los procesos judiciales y administrativos que se derivan de estas investigaciones.
No obstante, los resultados de este trabajo policial son difícilmente cuestionables. En lo que va de siglo, agentes de Vigilancia Aduanera, Greco y Udyco (Policía Nacional) y Guardia Civil han llevado a cabo una veintena de investigaciones patrimoniales que afectaron a casi 200 personas relacionadas directa o indirectamente -la mayoría como testaferros- con el narcotráfico.
Los resultados provisionales de las mismas -la mayoría están todavía abiertas- son el embargo preventivo de más de 300 propiedades, medio centenar de vehículos -la mayoría de gama alta- y 25 embarcaciones de recreo, así como el bloqueo de cuentas y/o la confiscación de más de 70 millones de euros en efectivo.
Aduanas
La Agencia Tributaria, a través de Vigilancia Aduanera -el antiguo SVA-, además de la operación Malpolón y Dourado, tiene abiertas otras campañas no tan espectaculares, pero nada desdeñables, bautizadas como Cepa, Job, Halcón y Tortuga.
La Cepa afecta al narco arousano Manuel Barroso Millán, detenido en el año 1994 con un alijo de una tonelada de cocaína en el barco Zwanet, y a cinco de sus familiares. Les fueron intervenidos cuatro inmuebles y cinco automóviles.
La operación Job se dirigió contra el narco Roberto Leiro Santos -uno de los capos del operativo denominado Retro-Fornos, actualmente en busca y captura- y a siete de sus familiares. Les han intervenido seis inmuebles y dos automóviles.
La Halcón afecta a Alberto Fernández Cabaleiro, detenido en la operación del Chad Band , a quien le han intervenido un patrimonio valorado en 1, 7 millones de euros.
Por último, la operación Tortuga atañe a Rafael Bugallo Piñeiro, O Mulo , y a varios de sus allegados, que han visto cómo les confiscaban un patrimonio -fincas, casas, garajes y locales comerciales- valorado en casi 3,5 millones de euros.
La Policía Nacional, a través de los grupos Greco y Udyco, tiene abiertas una docena de investigaciones, en las que los principales protagonistas son David Pérez Lago, hijastro de Laureano Oubiña, al que le fueron intervenidas en la denominada operación Roble 65 propiedades, entre ellas un chalé en Aguete (Marín) y otro en Las Rozas (Madrid), valoradas en más de 50 millones de euros.
El propio Oubiña tiene abierta otra investigación más por blanqueo en la que le han bloqueado un patrimonio valorado en más de 10 millones, que se localiza en Arousa, Santiago, Sada y Guadalajara. La más reciente es la de los herederos de Patoquiño, con un capital estimado de 40 millones de euros.
Guardia Civil
La principal investigación por blanqueo de la Guardia Civil en Galicia fue la de la operación Cormorán, que giró en torno al narco José Antonio Puso Rivas, Pelopincho . Se le confiscaron bienes valorados en más de 17 millones de euros. Los 36 imputados, para los que la Fiscalía pide 180 años de prisión, llevan más de un año esperando fecha para el juicio.