El presidente de la Xunta tiene apenas un mes para pactar con el Gobierno un acuerdo sobre la reforma de la financiación autonómica que otras comunidades, especialmente Cataluña, llevan meses negociando de manera bilateral con el Ejecutivo. La necesidad de calmar la inquietud del PSC ante la demora del acuerdo y de asegurarse el apoyo de ERC de cara a la aprobación de los Presupuestos del 2010 ha llevado a Zapatero a comprometer la fecha del 15 de julio como tope para el acuerdo.
Feijoo reconoció ayer que se sienta a la mesa con el objetivo de que Galicia no pierda su situación actual en el nuevo modelo. Es consciente de que el aumento de población en otras comunidades impide que Galicia mejore sus porcentajes sobre el sistema actual. Por ello aspira a «no perder peso» mediante correcciones como la que afecta al envejecimiento, la dispersión o el apoyo a las autonomías cuya población crece por debajo de la media.
Pero otras comunidades, como Cataluña, sí aspiran a mejorar su situación en términos porcentuales. Con un incremento de fondos limitado, la situación implica que si Cataluña mejora, para que Galicia no pierda peso otras comunidades tendrán que perder financiación en términos porcentuales. Hasta ahora, Zapatero ha prometido a todas las comunidades que mejorarán con el nuevo modelo. Algo que es posible en términos de incremento de dinero respecto a otros años, pero no en porcentaje respecto al total. Si Pitágoras no miente, para que uno aumente su trozo de tarta otro debe ver menguado el suyo.