Había guerra dialéctica ayer entre los 53 jubilados obligados a esperar en un hotel de Sanxenxo tras la detención del chófer del autobús que los trajo de excursión desde la localidad valenciana de Sueca.
La frustración era palpable. Mientras varios turistas defendían al conductor, a pesar de que este carecía de carné, otros estaban muy enfadados por la situación. «Nos ha fastidiado el viaje, nos sentimos estafados», decía una de las turistas afectadas. «Cuando uno se va de excursión lo que necesita es una seguridad y que todo se haga correctamente», añadió la mujer. De hecho, después de la detención del conductor, los turistas se vieron forzados a interrumpir sus planes de la tarde noche del viernes, su último día entero en Galicia. En la agenda de los turistas había una excursión organizada a Combarro, en el municipio pontevedrés de Poio.
Otras dos valencianas defendían, sin embargo, al conductor. «Prefiero ir con este chófer, que es bueno, a regresar con uno que sea malo aunque tenga carné», señalaban a las puertas del hotel. «Yo viajé con el muy bien», dijo una.
Pero los turistas enfadados superaban con creces a los que tenían guardadas buenas palabras para el chófer. «Si ese hombre no tiene carné, con él está claro que no vuelvo», señaló un excursionista llamado Pepe. «Estamos aquí, secuestrados. No nos podemos mover», exclamaba otro de los pasajeros.
El final fue feliz. Pasadas las dos de la tarde de ayer, y luego de degustar una comida de despedida en el hotel La Costera, de Sanxenxo, los jubilados partieron hacia Sueca con otro chófer, en este caso con carné habilitado para conducir autocares.