El presidente de la Xunta refrendó ayer el compromiso del Grupo Socialista de propiciar una iniciativa en el Parlamento sobre la agenda que garantice el AVE en el 2012 y la puesta en marcha de ese órgano bilateral de seguimiento, con lo que adelantó el acuerdo que sellaron Rego y Aymerich. Touriño, que pidió unanimidad política, matizó también las tensiones que se registraron con Quintana tras el Consello de la Xunta del jueves. El presidente negó que el AVE fuera objeto de discrepancia, porque no figuraba en el orden del día de una reunión en la que los socios del bipartito no alcanzaron un acuerdo sobre la ley que debe garantizar el recuento del voto exterior tres días después de las autonómicas.
Quintana también quitó hierro al episodio, y señaló que «o presidente e o vicepresidente teñen, non só o costume, senón a obriga, de falar de todo e con total sinceridade». Pero las escaramuzas entre el PSOE y el BNG continúan. Jorquera pidió a Touriño que no «saque peito». Rego volvió a recriminar al Bloque «poses mediáticas e electoralistas».