Renault se la juega en Montmeló, donde se celebrará el Gran Premio de España el 27 de abril. Precisamente en el escenario catalán se celebrarán dos semanas antes tres jornadas de entrenamientos donde las escuderías afinarán el rendimiento de sus bólidos. Pero Renault está obligado a una restauración completa de su R28, visto el pobre rendimiento de las primeras carreras.
Las principales esperanzas del equipo de Fernando Alonso están en la nueva suspensión trasera, la misma que estrenó McLaren en el 2007 con excelentes resultados. De funcionar, el R28 dejaría de agonizar en el paso por las curvas lentas.
Hasta ahora, el equipo de ingenieros de Renault ha sobrevivido en Albert Park, Sepang y Sakhir combinando la inclinación de los alerones delantero y trasero, una medida que solo permite lograr ventaja en una zona de la pista a costa de perder en otra.
También exige un cambio profundo el paquete aerodinámico, el punto fuerte de Renault durante los dos años que conquistó el título del mundo con Fernando Alonso. Pero los errores en el túnel de viento para la configuración del R27 provocaron un grave atraso a la marca francesa que ahora le cuesta recuperar.