La normativa entró en vigor hace medio año, pero no se ha aplicado
05 sep 2011 . Actualizado a las 12:33 h.Nació como una herramienta para frenar el deterioro del centro histórico de Ferrol, pero por el momento no ha conseguido su objetivo. De hecho, ni siquiera se ha puesto en marcha. La ordenanza municipal de registro de solares fue aprobada en febrero de este año, pero pese a llevar seis meses en vigor no ha sido aplicada. No lo hizo el anterior equipo de gobierno durante el trimestre que gobernó con ella supuestamente en marcha ni tampoco lo ha hecho el ejecutivo popular que dirige el Concello con mayoría absoluta desde junio.
Así las cosas, no se ha multado, ni sancionado, ni advertido a través de esta normativa a ninguno de los propietarios de las decenas de solares o edificios abandonados existentes en el barrio de A Magdalena. Para poder hacerlo, el anterior gobierno había previsto la realización de un inventario de parcelas vacías o ruinosas del que nada se conoce. La Ordenanza reguladora do rexistro municipal de soares e edificacións para rehabilitar, denominación oficial de la norma, tipifica el abandono y la falta de conservación de las propiedades y prevé desde sanciones a los propietarios hasta la expropiación por parte del Concello en caso de no atender a los requerimientos.
«No vamos a tenerla de adorno»
El concejal de Urbanismo, Guillermo Evia, señaló que «vamos a estudiar su aplicación. No vamos a tener una normativa para tenerla de adorno», declaró. Pero por el momento, no ha avanzado de qué forma la reactivará.
Lo previsto era incluir en el registro los casos de mayor gravedad, con apertura de un expediente que los dueños podrían alegar en un plazo de quince días. Desde que arranca el proceso administrativo los titulares podrán subsanar la situación urbanística que ha desencadenado la inclusión del bien en la lista municipal en un plazo de dos años. De no hacerlo, una de las vías es la expropiación, con la incorporación de los inmuebles en el patrimonio municipal. Otra de las posibilidades es obligar al propietario a una venta forzosa.