El 9-M se celebran elecciones a las dos cámaras parlamentarias que representan el poder legislativo en España: el Congreso y el Senado. La primera es la fundamental. En ella se elige al presidente del Gobierno y tiene la decisión definitiva sobre todas las leyes.
El 9-M los españoles eligen a 350 diputados. La circunscripción electoral es la provincia. Y la asignación de escaños se decide, a partir de un mínimo fijado constitucionalmente, por un criterio: la población.
La Carta Magna también establece que la fórmula de reparto de diputados debe ser proporcional. Para respetar este mandato se optó por la fórmula D'Hondt.
En teoría, la mitad de los votos debería otorgar la mitad de las actas. En la práctica, no es así, los dos primeros partidos obtienen una sobrerepresentación, sobre todo en las circunscripciones que eligen menos de diez diputados.
Los electores pueden escoger entre las candidaturas que se presentan en su provincia. Su elección está limitada a optar entre una u otra lista: están cerradas y bloqueadas.