El artefacto que mató al inspector era mucho más sofisticado y potente que las bombas lapa utilizadas antes
22 jun 2009 . Actualizado a las 12:59 h.La policía cree que al menos cuatro terroristas, entre ellos una mujer, componen el renovado comando Vizcaya que el viernes asesinó al inspector Eduardo Puelles en Arrigorriaga con una bomba lapa «muy sofisticada» en los bajos de su vehículo. ETA, sospechan mandos de la investigación, habría enviado un activista «liberado, fichado y con experiencia» para liderar este nuevo talde, confeccionado a partir de los restos del complejo terrorista que operaba en Vizcaya hasta que en julio del 2008 fue desarticulado por la Guardia Civil.
Analistas del Ministerio del Interior apuntan a que la banda habría decidido «poner toda la carne en el asador» en el nuevo comando Vizcaya , el único grupo que ETA mantiene operativo en el País Vasco tras los últimos golpes policiales y, en particular, después de la neutralización, por parte de la Ertzaintza, del germen del talde Guipúzcoa el pasado marzo con la captura de Manex Castro, y de la desarticulación del futuro comando Nafarroa en octubre del 2008, antes de que comenzara a actuar.
Las fuerzas de seguridad trabajan con la hipótesis de que este grupo cuenta con un nuevo jefe llegado de Francia, que habría traído consigo o tiene acceso al explosivo más potente de ETA, el amonitol, que la banda terrorista solo fabrica en Francia a base de nitrometano, el combustible de aeromodelismo robado en un empresa gala en octubre del 2007. Según los analistas de la Policía Científica, la bomba lapa que estalló bajo el coche de Puelles estaba compuesta por este explosivo.
Artefacto potente y sofisticado
El artefacto que mató al inspector, según los restos recogidos y el daño provocado, era «mucho más potente y sofisticado» que las bombas lapa que este grupo había usado sin éxito antes, en los intentos de asesinato del escolta Gabriel Ginés, el 9 de octubre del 2007, y del policía bilbaíno que el 16 de septiembre pasado recorrió diez kilómetros sin que estallara la t artera que llevaba adosada en el coche.
La bomba que explosionó el viernes tenía capacidad de dirigir la onda expansiva y se detonó con un movimiento ínfimo, circunstancias ambas inéditas en las lapas de ETA.
Esta sofisticación avala la tesis de la llegada de un nuevo especialista, del que los investigadores creen que ya pudo colaborar con esta estructura terrorista cuando también usó amonitol para atentar contra la sede de la televisión autónoma vasca en Bilbao. Desde entonces, los servicios de información apuntan a al menos cuatro terroristas como miembros de este comando , amén de colaboradores en dos zonas de la provincia: el sureste de Bilbao, en el triángulo de Arrigorirraga, Galdácano y Basauri, donde han actuado con atentados o robo de coches en cinco ocasiones, y en la comarca del Duranguesado.
El comando supuestamente responsable del asesinato de Puelles ha estado activo «de forma intermitente» desde octubre del 2007 y sobrevivió a la caída del gran complejo Vizcaya , que lideraban Jurdan Martitegi y Arkaitz Goikoetxea, y del que fueron desmantelados dos grupos diferentes, Hegoa y Askatasun Haizea. Entonces sorprendieron a las fuerzas de seguridad las células que Goikoetxea y su lugarteniente, el huido Asier Borrero, habían logrado establecer de manera independiente. La Guardia Civil sospechaba hace casi un año que, a pesar de la importancia del golpe, podían haber escapado retazos. Ese temor se ha convertido en certeza tras el asesinato de Puelles.
Hace ya meses que las fuerzas de seguridad investigan si esa estructura de ETA está detrás de otros atentados, como la colocación del coche bomba que en septiembre del 2008 mató al brigada del Ejército Luis Conde en Santoña, los artefactos que estallaron en la campaña de verano del 2008 en puntos turísticos cántabros o el coche bomba que explosionó en septiembre del año pasado en la comisaría de la Ertzaintza en Ondárroa.